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27 de July de 2016

 
El sábado 23 se realizó en Estambul una multitudinaria marcha convocada por el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), coalición opositora al gobierno turco, que nuclea desde organizaciones kurdas hasta sectores ecologistas y de la comunidad LGTB. 

Crece la represión en Turquía

Tras la intentona golpista

 
El domingo 24, sectores del Partido Republicano del Pueblo (CHP) convocaron a otra marcha “contra los golpes y la dictadura”. Selahattin Demirtas, el copresidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), reiteró la firme oposición al golpe de estado fallido, pero hizo hincapié en que las fuerzas del HDP mantendrán su oposición al gobierno opresivo de Erdogan.

 
El domingo 24, sectores del Partido Republicano del Pueblo (CHP) convocaron a otra marcha “contra los golpes y la dictadura”. Selahattin Demirtas, el copresidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), reiteró la firme oposición al golpe de estado fallido, pero hizo hincapié en que las fuerzas del HDP mantendrán su oposición al gobierno opresivo de Erdogan.
Demirtas aseguró, en declaraciones a varios medios, que el estado de emergencia declarado por las autoridades podría ser utilizado para una ofensiva más amplia contra todos los opositores, más allá de los golpistas, dijo. Demirtas agregó que las posibilidades de reanudar el proceso de paz para poner fin a la insurgencia más de tres décadas del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) son débiles, siempre y cuando su líder encarcelado Abdullah Ocalan siga encarcelado.
El gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan viene utilizando el argumento de la intentona golpista para reforzar una política fascista sobre el pueblo turco y los kurdos. Hay miles de soldados presos, y la persecución se está extendiendo a políticos opositores, jueces, docentes, periodistas, religiosos islamistas de otras facciones, etc.
El sitio kurdistanamericalatina.org informó, el 20/7/2016 que “La ‘limpieza político-religiosa’ afectó ayer a 15.200 maestros del sector público que fueron expulsados de sus empleos. Poco después, ante la mirada atónita del mundo, Erdogan revocó la licencia para enseñar a otros 21.000 maestros del sector privado. Todos los decanos de universidades han sido obligados a dimitir. Hablamos de 1.577 profesionales de la enseñanza.
“Tampoco el sector comunicativo sale inmune del golpe. El régimen de Erdogan retiró ayer la licencia a 25 canales de televisión y a radios. Lo hizo tan solo dos días después de borrar de un plumazo a una veintena de medios digitales turcos.
“Asimismo se ha vetado a los investigadores y académicos que trabajan en el exterior a que puedan salir de Turquía lo que supone un golpe demoledor para el sector científico turco. Según el Consejo de Educación Superior, la prohibición permanecerá en vigor hasta nueva notificación”.
 
No al “estado de emergencia”
El portavoz del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Ayhan Bilgen, reaccionó ante el estado de emergencia declarado por el régimen del AKP  (partido del gobierno) y señaló que ese es uno de los objetivos reales del golpe de Estado. Bilgen señaló que los acontecimientos actuales son similares a que si el golpe de Estado hubiese tenido éxito. “Si el golpe hubiera sido un éxito habrían declarado el estado de emergencia. El gobierno del AKP, que dice que logró hacer retroceder el golpe y proteger la democracia, ahora declara el estado de emergencia”. En el pasado, esta medida se decretó para combatir a la guerrilla de PKK. Su controversia residió en los masivos hechos represivos que causó contra los civiles durante la década de los 90.
Durante estos tres meses, las autoridades tendrán potestad de prohibir o censurar publicaciones de prensa, radio, televisión y actuaciones culturales, como obras de teatro o películas. La importación de todo tipo de publicaciones y obras producidas fuera de la zona donde rige el estado de emergencia —en este caso, toda Turquía— quedará sujeta a autorización previa. Además, los trabajadores podrán ser despedidos sin tener en cuenta los convenios laborales, excepto en condiciones especiales.
“Ya había un estado de emergencia en una región del país. El gobierno que se jactó del levantamiento del estado de emergencia, restableció la misma por su propia voluntad”, señaló Bilgen. “Tenemos que repensar todo el proceso. Tenemos que analizar los acontecimientos que conducen a la declaración del estado de emergencia en este marco de nuevo”, sostuvo el portavoz del HDP, además de subrayar que Turquía ahora pasará por el estado de emergencia que ya se experimentó durante muchos años y tuvo muy malas consecuencias. Bilgen indicó que el estado de emergencia servirá para “aplicar prácticas arbitrarias” y “ejercer presión y control” sobre toda la oposición. Y remarcó que la medida “no contribuirá a la paz y a la democracia de Turquía”.
“Tenemos que ser conscientes del proceso actual y reunirnos y construir una verdadera oposición democrática del pueblo contra la opresión”, expresó. Bilgen advirtió que la medida del estado de emergencia será llevada al Parlamento para su votación, pero “los cambios serán promulgados primero y entrarán en vigor antes de la votación del Parlamento”.
El HDP ha denunciado demás que Erdogan, al caracterizar como “grupo terrorista” al PKK, ha avanzado en su política de opresión hacia los kurdos, bombardeando zonas liberadas por las guerrillas armadas kurdas que, en el norte de Siria y en la frontera con Turquía, han frenado la ofensiva de ISIS. Con ese argumento, el gobierno turco ha dejado afuera al HDP de la “ronda de negociaciones” que ha iniciado Erdogan con partidos opositores.
“El gobierno dice que el estado de emergencia sólo estaría dirigido a los golpistas”, dijo Demirtas. “Si las autoridades empiezan a prohibir discursos, manifestaciones o medios de oposición al amparo de cualquier operación contra los golpistas… vamos a entender que se está abusando del uso del estado de emergencia”. Y agregó: “Hemos votado en contra del estado de emergencia debido no tenemos ninguna confianza en el AKP sobre este tema”.
Por otro lado, en la manifestación del domingo 24 en la plaza Taksim, junto a los opositores moderados que hacían centro en cuestionar el golpe de Estado, los medios consignan la participación de seguidores del AKP, así como consignas y carteles denunciando los despidos y encarcelamientos de los últimos días, reclamando también que Turquía permanezca laica, frente a los declarados intentos del gobierno de “islamizar” el país. 
“Durante los últimos años, hemos visto cómo Erdogan utilizaba el parlamento a su antojo e imponía su fascismo islamista. Y tras el golpe, ha dado un contragolpe y no sólo está despidiendo a funcionarios gülenistas, sino a otros que se le oponen. Pero no permitiremos que lleve a cabo sus planes”, decía un maestro en la marcha.
Uno de los líderes políticos del PKK, Remzi Kartal, afirmó que, tras la asonada, “tratar a Erdogan y al gobierno fascista del AKP como un gobierno democrático es más peligroso que el intento de golpe”, y llamó a “incrementar la lucha”. Kartal aseguró que “la solución no es ni el golpe civil de Erdogan ni el golpe militar, sino una tercera vía, el fortalecimiento de la lucha de los pueblos”.