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02 de November de 2016

Reportaje a Dalinda Sánchez, secretaria general de la Seccional 862, de la Uatre, con sede en Juan Bautista Alberdi, provincia de Tucumán.

La cosecha de arándano en Tucumán

Superexplotación de Trabajadores rurales y empacadores

 
—¿Cómo está la situación de la producción de arándano de la que se hace tanta propaganda por la prensa?

 
—¿Cómo está la situación de la producción de arándano de la que se hace tanta propaganda por la prensa?
—La verdad que uno cuando ve de acuerdo a lo que dice la prensa nacional y provincial de lo que Tucumán ha crecido con respecto las cosechas de arándano y de citrus que dicen que gracias al Plan Belgrano se han ampliado las cámaras frigoríficas del Aeropuerto Benjamín Matienzo por el que Tucumán ha exportado a varios países del mundo 3 millones ochocientos mil kilos de arándano, que equivale al total que se ha exportado el año pasado, lo que quiere decir que hasta que termine en la provincia la cosecha van a estar en un total de más de 7 millones de kilos.
Pero lo que nadie se pregunta de qué forma ese arándano llega a esas cámaras frigoríficas del aeropuerto. 
Uno inspecciona con la Secretaría de Trabajo de la Provincia o el Ministerio de Trabajo de la Nación a las fincas y es denigrante y doloroso ver cómo trabaja la gente bajo el rayo del sol y a 40 grados de temperatura, se enferman, se asolean, se marean, les agarra vómitos por las altas temperaturas y lo que es peor es que ganan miseria, miseria ganan cosechando el arándano y ni que hablar de la gente que trabaja en las cámaras de cada finca a muy bajas temperaturas y ni siquiera les dan ropa adecuada para esas bajas temperaturas, solamente algunos barbijos y unas cofias, ni una campera, así nomas, con la ropa que vienen de la casa y lo peor es que trabajan hasta 18 horas parados y sin descansar. A veces les dan 20 minutos para comer.
Cuando uno hace las inspecciones, los hacen esconder en los peores lugares que se puede imaginar, cámaras frigoríficas cerradas, baños químicos, matorrales peligrosos ya que es donde se esconden víboras y alimañas cuando hay movimiento de cosecheros, tractores y vehículos.
Les hacen firmar actas por las que el trabajador se hace responsable de los daños que le produzca el estar expuestos al sol.
Las inspecciones no tienen el resultado de hacer justicia por que los grandes arandaneros son funcionarios del gobierno provincial e incluso nacional y están protegidos por Macri y Manzur.
 
—¿Cómo se trasladan al trabajo?
—Una parte lo hace por sus propios medios, a pie, bicicletas, motos y la gran mayoría en colectivos viejos de contratistas que incluso no sabemos si tienen los permisos de ley, y van repletos y con muchos trabajadores parados, cosa que es terrible al terminar la tarea en que todos van tan cansados.
 
—¿Cómo les pagan?
—Mal, muy mal, el precio está fijado por jornal y los hacen trabajar a destajo, por kilo cosechado, que lo fija cada arandanero a su antojo en forma unilateral.
El precio del jornal se fijó antes de las paritarias, a un monto de 360 pesos, y la parte patronal se negó a discutir el precio a destajo, y sin embargo toda la cosecha se hace a destajo, con lo que el precio lo ponen los patrones.
Pagan a 5 pesos el kilo, y cada trabajador o trabajadora de cosecha, en extenuantes jornadas de trabajo de 12 a 14 horas, sufriendo el rocío de las madrugadas y el sol del mediodía, cosecha entre cien y ciento cuarenta kilos cuando hay fruta en cantidad. 
En las cámaras frigoríficas se les paga por hora, sin respetar las horas extras y en turnos interminables de hasta 18 horas.
Para colmo en esta época ya terminó la cosecha de limón y caña de azúcar, la cantidad de trabajadores y trabajadoras haciendo cola para conseguir trabajo es inmensa, e impide que los que trabajan hagan reclamos, ayer vino una señora con su hija al sindicato para hacer un reclamo ya que las habían corrido a las dos por pedir que los blanqueen para tener obra social, siendo que trabajaban 18 horas por exigencia de la exportación, y les decían que si no querían trabajar avisen y se podían ir, porque tenían cien haciendo cola para entrar a trabajar.
Por lo tanto estamos luchando para elegir delegados para enfrentar a los voraces arandaneros, sabemos que solo con la lucha organizada podemos lograrlo, los gobiernos participan del negocio y por lo tanto los protegen.