La marcha concretada en la capital del país hermano, Asunción, fue convocada bajo la consigna “Por una patria nueva con derechos humanos”. Sus organizadores afirmaron: “En nuestro país son permanentemente violentados los Derechos Humanos del pueblo. La falta de tierra, los desalojos violentos a comunidades indígenas y campesinas, la fumigación con agrotóxicos, la violencia contra las mujeres, la falta de empleo, de educación, de salud, de vivienda y de oportunidades a los jóvenes, las discriminaciones, la migración obligada, el trato inhumano a la población carcelaria, son algunas de tantas otras violencias que el Estado ejerce cotidianamente.
Ermo Rodríguez, coordinador del Congreso Democrático del Pueblo, manifestó que la movilización se realizó en recordación al Día de los Derechos Humanos, y que el actual gobierno solo empeoró la situación general. Apuntó que siguen ocurriendo desalojos violentos de indígenas y campesinos de sus comunidades, violando el derecho elemental a la tierra. Apuntó que son expulsados a las ciudades, donde también son víctimas de violaciones de derechos de todo tipo.
Rodríguez señaló que miles de jóvenes no tienen derecho a una educación gratuita, trabajo digno y una recreación sana. Asimismo, indicó que cientos de mujeres son asesinadas, abusadas, maltratadas y discriminadas sin que haya políticas que reparen y transformen esta situación. Advirtió que resurge el terrorismo de Estado con amenazas, persecuciones y asesinatos pero dijo que no cejarán en su lucha por una patria nueva con DD.HH.
Rodríguez afirmó que “con rabia” hay que decir que en Paraguay se siguen violando los derechos humanos “cada día, todos los días. Y mirando en el tiempo y los años que pasaron desde 1948, año en que fue declarado el Día Internacional de los Derechos Humanos, se siguen violentando y atropellando los derechos individuales y colectivos. Una vez más, como otras veces, en fecha y conmemoración importante, estamos de nuevo en la calle y en la plaza, para encontrarnos en lucha y movilización”, señaló Rodríguez.
Advirtió sobre el terrorismo de Estado como una práctica de persecución, amenazas, asesinatos, apresamientos o imputación contra dirigentes sociales y políticos. “Si no, cómo podemos entender esta política de Horacio Cartes de entrega y de saqueo, que se concreta en concesiones, privatizaciones, deudas externa e interna, esta política de usen y abusen que trae consigo la pérdida de nuestras riquezas, zozobra para los trabajadores, enajenación de los patrimonios del Estado, pérdida absoluta de soberanía”, enfatizó.
“Los desalojos violentos de indígenas y campesinos de su tierra y de su comunidad se convierten en la violación más arbitraria y elocuente del derecho a la tierra en el campo. Y una vez que son expulsadas las comunidades, se refugian en las ciudades, para ser de nuevo víctimas de violaciones”, puntualizó Rodríguez.
