Documento convocante completo
Hoy se cumplen 15 años del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando por primera vez en nuestra historia, una gigantesca pueblada nacional volteó a un gobierno hambreador y entreguista. Esta auténtica rebelión popular está enraizada en más de 200 años de historia argentina que han protagonizado los trabajadores y el pueblo en defensa de sus derechos.
El pueblo en las calles enfrentó el Estado de Sitio y la represión, que dejó un saldo de 39 compañeros asesinados por las balas de las fuerzas de seguridad.
Se produjo una profunda crisis de gobernabilidad. Los de abajo no teníamos la organización y la fuerza para imponer un gobierno propio. Los de arriba, las clases dominantes, tuvieron que hacer serias concesiones para recomponer la gobernabilidad.
La lucha popular conquistó la suspensión del pago de la deuda externa y 2.000.000 de planes sociales para paliar los enormes padecimientos, especialmente la desocupación y el hambre en una dimensión inédita, producto de las privatizaciones y el saqueo del patrimonio nacional.
En esta lucha tuvieron un gran protagonismo y se fortalecieron los movimientos sociales, con un rol destacado de las mujeres.
Después hubo un período de reactivación, favorecido por los precios de los productos de exportación. La situación del pueblo mejoró. Se cambió la Corte de la mayoría automática, se anularon las leyes de punto final y obediencia debida. Se avanzó en los juicios a la dictadura y se dio un golpe mortal al ALCA impulsado por Bush.
Sin embargo durante el gobierno anterior no se resolvieron las causas del atraso y la dependencia de nuestro país, que volvieron a hacer sentir sus efectos: se mantuvieron la desocupación estructural heredada del menemismo, un 40% de la población económicamente activa en la informalidad y la precarización laboral. Creció el latifundio y la extranjerización de la tierra, aumentó el tráfico y consumo de drogas y un 29 % de la población quedó por debajo de la línea de pobreza.
Hoy, con el gobierno de Macri, otra vez se aplica un brutal ajuste contra el pueblo. Despidos, suspensiones, cierre de empresas, tarifazos, salarios que pierden entre un 8 y 15 frente a la inflación, el 80 % de los jubilados está en la indigencia y la reparación histórica lanzada con bombos y platillos es en realidad una estafa histórica, se reduce el presupuesto para educación y ciencia y técnica.
Es la contracara de la “pobreza cero” prometida en la campaña electoral del PRO.
Todo esto mientras pagaron al contado a los buitres, quitaron o redujeron retenciones a los grandes exportadores del campo y de las mineras, aumentaron enormemente la deuda externa y los fondos destinados al pago de intereses, produjeron una devaluación de más del 50% que generó más inflación, pobreza y hambre.
Como se dice en los barrios, hoy tenemos un gobierno de ricos para ricos.
Durante todo este año el pueblo estuvo en la calle enfrentando esta política. Ni la represión a los trabajadores de Cresta Roja, ni las amenazas, ni el fracasado protocolo antipiquetes, que sólo aplicaron a los jubilados que heroicamente resistieron la represión, ni el violento desalojo de los medieros y campesinos pobres del cinturón verde de La Plata, ni la criminalización de la protesta, ni la existencia de presos políticos, lograron frenar la respuesta popular.
Como muestra nuestra historia, los argentinos hacemos política en las calles.
El protagonismo de los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados, y de diferentes sectores populares, fue resquebrajando y complicando los planes del gobierno, logrando abrirle la mano en algunos casos concretos.
La movilización de docentes y estudiantes logró las partidas para que pudieran seguir funcionando las universidades nacionales.
Los movimientos sociales conquistaron la sanción de la ley de emergencia social, obligando al gobierno a disponer 30.000 millones de pesos en 3 años, dinero que no estaba contemplado en el presupuesto. En estos días está en pleno debate el tema del impuesto al salario y de quién va a pagar el déficit fiscal.
Cada conquista lograda, demuestra la importancia de fortalecer y ampliar la unidad de todos los sectores populares en defensa de la patria y de nuestros derechos. Unidad que necesita expresarse en todos los terrenos para que la lucha en las calles tenga correlato en un proyecto político verdaderamente nacional y popular.
Compañeros y compañeras:
En este nuevo aniversario de la heroica rebelión popular del 2001, reafirmamos:
¡¡¡Basta de entrega y ajuste!!!
¡¡ Basta de despidos y suspensiones!!
¡¡Basta de represión!!!
¡¡Por una Navidad sin hambre ni presos políticos!!
¡¡Por una Argentina independiente, sin opresión ni explotación!!
¡¡ Viva la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 !!