De recordada militancia juvenil en los años de los históricos tucumanazos, llegó a presidir la Federación Universitaria del Norte, y fue activa protagonista de las grandes luchas del pueblo tucumano de las décadas del ‘60 y ‘70, luchas que son parte de la historia del movimiento obrero y popular argentino. En esos años conoció también la cárcel y la persecución. Producido el golpe, y ya en Buenos Aires, tomó tareas de gran responsabilidad en la organización partidaria durante la dictadura militar, garantizando con valentía el funcionamiento clandestino de su dirección.
De vuelta en Tucumán, prosiguió con una incansable lucha por la defensa de los derechos humanos, que la tuvo como cofundadora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y activa promotora de las jornadas del 24 de marzo.
Uno de los rasgos destacados de su personalidad fue la firmeza de sus convicciones, su perspicacia política, y como recordó Jorge Rocha en el homenaje al momento de su fallecimiento, Angelita practicaba un estilo “que odiaba el oportunismo, que odiaba el arribismo y a los ventajeros. Por eso gustaba su estilo, en especial a los jóvenes. Ella hacía culto a tener una sola conducta. Una sola conducta en la política, en la vida, en la familia. Esto la impulsaba a tener un estilo directo y frontal. Pero este estilo tenía en Angelita una particularidad, aún en los momentos más duros le brotaba una bondad que lo invadía todo. Es que era frontal para unir, nunca lo fue para destruir”.
Ángela Nassif era, al momento de su fallecimiento, miembro de la dirección zonal del PCR de Tucumán. Como dijo Otto Vargas, secretario general del PCR, al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Angelita: “Su contribución al combate popular, democrático, antiimperialista y por el socialismo fue permanente y muy valiosa. Su valentía, su capacidad y humildad, su permanente vocación y trabajo por unir a las distintas fuerzas y contingentes populares, será un ejemplo duradero para nuestro Partido y la JCR. Angelita siempre estará junto a nosotros, en cada lucha, hasta que se hagan realidad los ideales a los que dedicó su vida. ¡Hasta la victoria, siempre!”
