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18 de January de 2017

En estos días se conocieron más datos de la gigantesca estructura de sobornos pagados por la empresa brasileña Odebrecht a decenas de gobiernos en América Latina, incluidos el de los Kirchner y el de Macri.

El largo brazo de Odebrecht

Millones de dólares en coimas

Odebrecht es una gran empresa constructora brasileña desarrollada en la última década del siglo pasado en vinculación con la expansión de los negocios de la llamada multinacional rusa en ese país. Cuenta con 128.000 empleados y unos ingresos brutos de 40.000 millones de dólares, y es la principal investigada en el Lava Jato, el escándalo de corrupción vinculado a la petrolera Petrobras por el cual está preso el presidente de la empresa, Marcelo Odebrecht, decenas de ejecutivos, y varios funcionarios y legisladores de los gobiernos de Dilma Rousseff y Temer.
Justamente los empresarios detenidos negociaron con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que investiga los sobornos fuera de Brasil, dar a conocer esta estructura de pagos a cambio de atenuar sus condenas.
El capítulo más reciente de esta larga saga salpica al gobierno de Macri, ya que se ha develado que uno de los que recibió sobornos es nada más ni nada menos que el actual secretario de la Agencia Federal de Inteligencia de la Nación (la ex SIDE), Gustavo Arribas. Los pagos datan de 2013, cuando Macri era jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Las denuncias por los sobornos en toda América, para hablar sólo de nuestro continente, están resonando en varios países. Hay hasta un ranking entre los países cuyos gobiernos recibieron sobornos. Lo encabeza Guatemala, donde por cada 100 dólares licitados, fueron a pagar coimas 53 dólares. La siguen en el podio República Dominicana y Panamá. Argentina figura con 12 dólares pagados por soborno de cada 100. En Brasil, tierra natal de Odebrecht, ésta pagaba 18 dólares de soborno por cada 100 de las distintas obras públicas.
En República Dominicana diversas organizaciones populares han convocado a una Marcha por el Fin de la Impunidad para el 22 de enero “para exigir que el caso de los sobornos de Odebrecht llegue hasta las últimas consecuencias”. 
Según los funcionarios yanquis, el monto total de lo pagado por la constructora en doce países de América Latina incluido el nuestro, suma cerca de 788 millones de dólares, en un período de 20 años. Para semejante operatoria, Odebrecht tenía un Sector de Operaciones Estructuradas, conocido popularmente en Brasil como el “sector de sobornos”. 
 
Negocios sin grieta
Durante el kirchnerismo, Odebrecht se vio beneficiada por gran cantidad de obras, siendo la primera empresa extranjera en ese rubro, y séptima en el total. La empresa admitió haber entregado durante la “década ganada”, coimas por 35 millones de dólares que le permitieron acceder a contratos por “aproximadamente 278 millones de dólares”, según el documento firmado en una corte Federal en Brooklyn, Nueva York. Como supimos esta semana por lo recibido por el jefe de los espías de Macri, los sobornos no se limitaban a los funcionarios K. El mismo “arrepentido” que denunció la entrega de 600 mil dólares a Arribas habla de “un total de 3000 o 3500 operaciones en cuatro años, que se hicieron entre 2009 y 2014”.
Odebrecht tuvo grandes contratos durante el kirchnerismo, desde gasoductos, una planta de refinado para YPF, y una planta potabilizadora de agua para Aysa en sociedad con algunas de las constructoras mimadas del actual presidente como Roggio y Cartellone. El último de estos contratos, y el mayor, es el soterramiento 36,5 km de vías del tren Sarmiento, con un costo estimado de 3.000 millones de dólares, acordado durante el gobierno de Cristina Fernández y puesto en marcha por Macri. En esta obra, como en muchs otras, Oderbrecht está asociado a Iecsa, la empresa de Nicky Caputo, socio y amigo de Mauricio Macri. Como se dijo certeramente en las redes sociales, para Odebrecht no había grieta.