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01 de February de 2017

Nuestro corresponsal entrevistó a un esquilador de la localidad chubutense de José de San Martin, en la Fiesta Nacional de la Esquila. 

“La vida del esquilador es bastante dura”

Festival Nacional de la Esquila de Río Mayo, Chubut

 
Sobre su participación en el evento, decía nuestro entrevistado “Ayer hicimos la ronda de esquila, y tuvimos la suerte de pasar entre los 8 para seguir hoy. Así que hoy volvemos a participar, a ver cómo nos va”.
 
—Contanos cómo es la vida del esquilador, su trabajo…

 
Sobre su participación en el evento, decía nuestro entrevistado “Ayer hicimos la ronda de esquila, y tuvimos la suerte de pasar entre los 8 para seguir hoy. Así que hoy volvemos a participar, a ver cómo nos va”.
 
—Contanos cómo es la vida del esquilador, su trabajo…
—La vida del esquilador es bastante dura, porque tiene que andar muchos meses… y por ahí no tiene comodidad para dormir, tiene que dormir en cualquier lado tirado en el catre y pasar la noche… Hay lugares con muy buena comodidad y ahí la pasás bien, y en otras partes la pasás mal porque no hay nada, solamente está el galpón de esquila y tenés que hacer carpa afuera, en el campo.
 
—¿Cuántos son en la comparsa y cuánto esquilan?
—Somos 10 esquiladores y hasta 12, estamos en una estancia grande y éramos 12 esquiladores porque hay una cantidad de 32.000 animales. Por día andaban haciendo 2.000 animales. Yo hacía 230, 240 por día cuando andaba esquilando. Ahora ando de mecánico, no esquilo ya, afilo la herramienta. Los pibes andan en 140 y algunos más por día.
 
—¿A qué hora arranca el trabajo?
—Se arranca a las 6 de la mañana, dos horas y cuarto, ahí parás, vas a churrasquear, y volver a arrancar a las 9 hasta las 11 y cuarto, de ahí parás al mediodía, comés, a descansar, y volver a arrancar a las 14, hasta las 16.15, de ahí parás a tomar la chocolatada que le llaman, volvés a entrar a las 17 hasta las 19.15, ahí ya se termina hasta el otro día.
A la noche se come bien. En realidad en la máquina comés cuatro veces al día, pero los esquiladores no pueden comer mucho por la tarea que hacen, tienen que estar todo el día agachados, y no podes estar con el estómago muy lleno. 
 
—¿Cuánto les pagan por animal esquilado, la lata como le llaman ustedes?
—En la máquina que andaba yo, ocho pesos libre, sin ningún descuento, en la mano. En otras máquinas le ofertan 9 pesos y le terminan pagando 5 con los descuentos. No entiendo yo qué descuento le hacen, y no les dan recibo. Le pagan así nomás 5 pesos y no les dan nada. A nosotros nos blanquean, pero no nos dan recibo. Fuimos a Coyhaique (Chile), fuimos a otra estancia más, y después andamos todo por acá por el Chubut.
 
—Cundo terminan en una estancia ¿cómo hacen, levantan todo?
—Sí, en un colectivo para el personal y en un camión andamos trayendo las cosas de esquila. Según a la hora que se llegue a una estancia, la gente tiene que descansar. Si se llega tarde, se deja armado y se arranca al otro día, si se llega temprano a una estancia, se arma y se trabaja el último cuarto.
 
—¿Hay distintas formas de esquilar?
—Ahora la forma de esquilar es la nueva que se llama Tally-Hi (alto rinde), con el animal suelto. La esquila amañada (con la oveja atada) ya no se hace más. En la Fiesta de Esquila hacen también con el animal maneado, pero ya no se hace más. Con el sistema nuevo el mismo esquilador tiene que ir esquilando y trayendo las ovejas, es mucho más trabajo, ir a buscar el animal y trabajar sin el agarrador que le va alcanzando los animales, ahora trabaja sólo.
Perdés tiempo para ir a buscar la oveja. Antes te traía la oveja y la maneaba (la ataba), Cuando vos querías cambiar de cortadora, le decías que no te traiga más ovejas. Ahora tenés que ir a buscar el animal, parar el aparato y de ahí cambiar. 
Ya no existe más el agarrador. Se ahorraron una persona en la comparsa de esquila. Y también un prensero, ahora está la prensa hidráulica y son dos prenseros nada más, antes con la prensa a crique eran tres. Ahora son dos nomás, un prensero y el ayudante nada más, antes eran tres prenseros.
 
—Una vida dura…
—Sí, una vida dura, pero uno que está acostumbrado ya. Llega junio y empiezo a alistar las cosas para salir. Nosotros arrancamos el 23 de agosto y terminamos el 22 de diciembre.
 
—Y después, ¿no cobran nada? ¿No tienen ninguna garantía horaria el resto del año?
—No. Los nenes míos cobran la Asignación, pero cuando estoy trabajando se la sacan. Después de la zafra de esquila el patrón me da de baja, y ellos vuelven a cobrar la asignación. Acá se termina la zafra y te pagan lo que te deben y listo, no cobras más nada hasta que arranca el año que viene…
 
—¿Y la Uatre, el gremio?
—No, nunca ha andado, ni se meten en el tema de máquina de esquila, nunca van a ver nada, nadie llega a la máquina.
 
Nos despedimos agredeciéndole el reportaje, y nuestro entrevistado aprovecha para mandar “Un saludo para mi familia que está en José de San Martin, y gracias a usted”.