En el marco de la lucha por lograr la reapertura de Artes Gráficas Rioplatenses, el sábado 28, alrededor de las 20 hs, más de un millar de personas de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y populares marcharon por Avda. Vélez Sarsfield hacia la planta de Clarín en repudio al arbitrario cierre.
En el marco de la lucha por lograr la reapertura de Artes Gráficas Rioplatenses, el sábado 28, alrededor de las 20 hs, más de un millar de personas de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y populares marcharon por Avda. Vélez Sarsfield hacia la planta de Clarín en repudio al arbitrario cierre.
Cabe recordar que es en esa planta donde el grupo Clarín imprime varias publicaciones, como la revista Viva, Genios, etc.
En otro punto, por la Av. Iriarte, se concentraron varias organizaciones sociales que tienen presencia en la Villa 21.24, lindera a los talleres donde se imprime el diario.
La jornada, convocada como un abrazo a la planta, se extendió hasta la mañana del domingo e incluyó dos actos, encabezados por trabajadores de AGR.
Compañeros de la CCC Barracas participaron del bloqueo y de los actos, donde tomaron la palabra expresando su solidaridad con los trabajadores.
Posteriormente, se realizaron piquetes en las salidas que, junto a la solidaridad de los camioneros, afectaron el sistema de distribución del diario impreso, lográndose demorarla hasta media mañana. La empresa recurrió a un fuerte operativo de Gendarmería para que salieran algunos camiones, pero el diario del domingo no llegó a muchos lugares. Fue también una forma de ampliar la difusión del conflicto, que está oculto para muchos por el control que ejerce este holding sobre varios medios.
Dentro del plan de lucha que tienen los trabajadores, se los invitó a participar de la jornada nacional de lucha por la implementación de la Ley de Emergencia Social, que se realizará el martes 31, concurriendo a las puertas del Ministerio de Trabajo de la Nación. Ministerio que debería llamarse de la patronal, ya que no sólo no ha obligado a la empresa a retrotraer la situación obligándola a mantener los puestos de trabajo y encuadrarse en las leyes, sino que sus funcionarios se declaran abiertamente (y vergonzosamente) incompetentes para actuar en el conflicto. “Esta situación nos excede” dijo el viceministro. Si es así, que renuncie.
El apoyo de afuera nos da fuerzas para seguir
En la puerta de la toma de AGR conversamos con algunos trabajadores. Compañeros del PCR y de la CCC concurrieron a la planta para acercar alimentos y agua -se usa el agua de la red para la higiene, pero por precaución se consume agua envasada-, y reafirmaron su solidaridad militante para conseguir la reapertura de la planta.
Conversando con algunos trabajadores sobre la situación decían:
“Esta es una situación difícil que no elegimos nosotros y que no se justifica de ninguna manera porque hay mucho trabajo y máquinas de última generación para realizarlo.
Nosotros veíamos que estaban pasando cosas raras, y nos manteníamos en alerta porque ya pasamos por una situación parecida en el 2004.
La empresa venía adelantando trabajo. Teníamos impresas varias ediciones de la Viva, y otras publicaciones. En un momento sacaron las bobinas de papel del galpón, diciendo que habían vendido ese espacio para construir un shopping. Nos preguntamos ¿un shopping acá? Vos salís de trabajar un domingo a las dos de la tarde y el barrio es un desierto. Es deprimente. Pero bueno, como están construyendo cerca un complejo de edificios muy grande, pensamos que podía ser.
Decidimos pedir que garantizaran el pago completo en tiempo y forma de sueldo, aguinaldo y bono de diciembre. La empresa firmó el acta sin inconvenientes. Eso nos tranquilizó un poco.
Después empezaron las vacaciones de una parte, pero en la última semana trasladaron a algunos y el viernes 13 se llevaron toda la administración a la planta de Zepita, hasta los adornos de las chicas que trabajaban ahí.
Nos fuimos comunicando y nos reunimos en la puerta el lunes. Ya estaba el cartel de cierre. Algunos habían recibido telegramas (calculamos más o menos 170 sobre 380 que somos), pero el cartel de la puerta y la reja cerrada nos dejaba afuera a todos.
En un momento dijimos bueno, acá no podemos quedarnos, y en pocos minutos estábamos adentro.
Ese fue un paso fundamental. Después vino la represión del martes, y la solidaridad de las organizaciones. Nos hicimos fuertes. Está claro que quieren barrer con un proceso donde se fueron consiguiendo muchas conquistas para los trabajadores.
Es un plan más vasto que solo este taller. La política de Macri es de ajuste y represión. Necesita flexibilizar más las condiciones de trabajo, hacer pasar los despidos. Por eso no le aprieta las clavijas a Clarín, que ni siquiera se molestó en presentar ningún recurso en el Ministerio y ataca a los trabajadores y a su Comisión Interna.
Sabemos que tenemos razón. Nosotros estamos firmes, aunque no es fácil. Acá compartimos horas, años de trabajo. Pero no es lo mismo salir después de una jornada, ir a tu casa, con tu familia, que estar acá día y noche. Se extraña. A los hijos. A la familia. Yo hablé con mi señora bien. Le dije: mirá, esto que nos hacen no es justo. Yo no voy a volver a casa. Me voy a quedar con mis compañeros porque hay que defender los puestos de trabajo. Y me entendió y me apoyó.
Las familias se organizaron afuera. Salen a pedir solidaridad. Vienen a tomar mate, a veces a comer con nosotros. Los domingos se han organizado actividades con los chicos. Eso ayuda mucho. Ver a la familia, y ver el apoyo afuera nos da fuerza para seguir.
Los primeros momentos fueron de confusión. Después vimos que teníamos que estar organizados para aguantar y prepararnos para una lucha que puede ser larga.
Se constató que todas las máquinas estuvieran en condiciones. Se organizaron los grupos para cocinar, para limpiar los baños, para mantener limpios todos los espacios, para recibir la solidaridad y hacer las entrevistas y trámites necesarios afuera. Mantener el ida y vuelta entre los de adentro y los de afuera.
Trabajamos 15 días de enero y no nos pagaron la quincena. Especulan con quebrarnos por la falta de recursos. Había compañeros de vacaciones, algunos que habían pagado paquetes. Te imaginás ¿con qué cabeza te vas? Todos tenemos cuentas. Hay que pagar el alquiler. La familia tiene que seguir viviendo.
Pero te digo, conmueve la solidaridad. Fue un compañero a pagar el cable. Debía como $800. Y el que cobraba, cuando le vio la camiseta de AGR le dijo no, dame $200 nomás. Sé lo que están pasando. La lucha de ustedes tiene que ganar, porque con esto nos van a querer acostar a todos. Está claro que no es solo contra AGR. No te cobran el colectivo cuando subís. Te saludan, te dan fuerza.
También estamos hablando con otros talleres, para tratar de impedir que tercericen los trabajos. Es complicado porque muchas empresitas chicas necesitan laburar. Pero pasó por ejemplo que un patrón agarrara un trabajo y los operarios se negaran a hacerlo.
Esta es una lucha que tenemos que ganar entre todos y por todos. Agradecemos la solidaridad de los vecinos, de las organizaciones, de todos los que se acercan y ayudan.
Hoy andar con la camiseta AGR es como andar con la camiseta argentina”.
Hoy todos apoyamos la lucha por la reapertura de AGR
Es un compromiso de clase rodear de solidaridad concreta la lucha de AGR, difundiendo la situación, acercando agua y alimentos, organizándonos contra los planes de ajuste de Macri y las patronales en todos los lugares de trabajo y estudio, expresando con carteles, notas, firmas nuestro apoyo. Y sobre todo reuniendo fondos para que los trabajadores y sus familias puedan sostenerse en esta lucha que es de todos.
