Murat Karayilan dijo que “Se habla de que ya hay algunos mártires revolucionarios, cometen grandes atrocidades y el lugar se mantiene bajo estado de sitio. Nadie sabe cuántas personas han sido masacradas o detenidas hasta ahora. Todo el pueblo está cautivo y las personas están presas dentro de sus casas. Ni siquiera se les permite alimentar a sus animales. Y esos animales están muriendo de hambre. La vida de estas personas está en riesgo, muchos han sido torturados en la plaza del pueblo y una parte son mártires del salvajismo”.
También denunció que, “los medios de comunicación turcos ni siquiera pronuncian una frase sobre este incidente”. Esta situación, según el dirigente insurgente: “expone la hipocresía del colonialismo y el sistema burgués en Turquía”. El integrante del PKK reveló que “algunos parlamentarios kurdos y políticos están tratando de llegar al lugar pero el Estado turco no se los permite. El enemigo está tratando a nuestro pueblo cruelmente y si permanecemos en silencio, las atrocidades y el fascismo no se detendrán”.
“Xerabe Bava ha sostenido y protegido su identidad (kurda) desde el pasado, por eso el ejército turco sitió al pueblo, quemó y destruyó sus casas, y golpea y detiene a la gente”. Ante este panorama, el comandante del PKK convocó al pueblo kurdo a enfrentar a las fuerzas turcas, porque lo mismo “va a suceder en otros pueblos. Debemos reaccionar y unirnos en un solo abrazo en contra de esta barbarie, es nuestro derecho y en ello se juega nuestra existencia”.
Denunció que la alianza entre el partido de gobierno turco AKP y el MHP “está tratando de establecer su dictadura fascista por su enemistad contra los kurdos y el Kurdistán”, por lo tanto “cada kurdo debe adoptar una postura en contra de esta alianza. Es deber de todos hacerlo. Todas las personas y todos los turcos que se identifican a sí mismos como humanos no deben estar en silencio en contra de esta crueldad, porque el silencio es complicidad”.