Cuando se piensa algún tiempo en los jueces, nace por contraste la idea de la justicia… La sociedad, en todas sus formas estables, se compone de una minoría armada, dominando a una mayoría desarmada… El pacto celebrado entre la minoría y los jueces es la ley. Notemos que el pacto es forzoso, pues no se concibe jueces sin gendarme, cárcel y el verdugo, que son la fuerza, y la fuerza pertenece a la minoría…
Cuando se piensa algún tiempo en los jueces, nace por contraste la idea de la justicia… La sociedad, en todas sus formas estables, se compone de una minoría armada, dominando a una mayoría desarmada… El pacto celebrado entre la minoría y los jueces es la ley. Notemos que el pacto es forzoso, pues no se concibe jueces sin gendarme, cárcel y el verdugo, que son la fuerza, y la fuerza pertenece a la minoría…
Y únicamente en las épocas felices, cuando durante largos años son los jueces incorruptibles, esclavos de lo escrito, es cuando los hombres empiezan a descubrir la formidable injusticia de las leyes.
Rafael Barrett. En “Germinal”, Asunción, 6/9/1908.