Noticias

02 de August de 2017

Obras y negociados durante la dictadura.

Negocios bajo la dictadura genocida

Los Macri (6)

Vamos a nombrar el conjunto de obras en que participó el grupo bajo la dictadura genocida, alguna iniciada previamente, casi todas vinculadas al Estado: Torres Catalinas. Obra civil de la Central Nuclear de Atucha I. Puente Internacional que une las ciudades de Posadas y Encarnación, en Paraguay. Conexión física entre las ciudades de Rosario y Victoria. Obra civil Central Nuclear Embalse Río III. Central Termoeléctrica Luján de Cuyo. Central Hidroeléctrica Alicurá. Centro de Investigación Nuclear en Perú. Puente General Belgrano sobre el Río Paraná. Elevador Terminal Puerto Ingeniero White. Represa de Salto Grande. Presa Embalse La Huertita. Obra civil de planta de agua pesada de Arroyito. Planta de Aluminio en Puerto Madryn (Aluar). Río Subterráneo Paitoví–Lanús. La represa hidroeléctrica en Yaciretá, a la que nada menos que Menem llamó el monumento a la corrupción. 
También en gran parte de los acueductos del país, en más de 12.000 kilómetros de rutas y autopistas en Latinoamérica y en más de 2.000.000 de metros cuadrados en viviendas y edificios comerciales. Las licitaciones ganadas hubieran sido imposibles sin la carpeta conjunta y la asociación con Impresit.
Su expansión llegó al cenit cuando se constituyó Sevel Argentina, y Socma apareció como su accionista principal. En esos años controlaban el 60% del mercado automotriz argentino y Franco Macri era el mayor empleador industrial del país.
Cuando se constituyó Impresit-Sideco, Impresit (de la Fiat) además del 51% de las acciones tenía opción de compra sobre el total. Gran parte de la expansión de obras de Sideco, se hizo con financiación de la sociedad, o sea de la Fiat. A su vez FIAT argentina arrastraba una importante deuda. Macri era el mejor intermediario para llevar adelante la negociación de la financiación de éstos quebrantos con la dictadura genocida.
Macri se haría cargo de la presidencia de la empresa durante un año, al año Socma compraría el 85% del paquete accionario y FIAT conservaría el 15%, manteniendo la infraestructura técnica a cambio de regalías. Franco Macri concretó la tenencia de Sevel por un monto aproximado de ochenta millones de dólares, que financió la propia FIAT a bajo interés. Sevel también logró las licencias de Peugeot y luego de GM.
El primer gerente general fue Ricardo Zinn, que en ese primer año resolvió el otro gran problema de las plantas: “racionalizarlas”. Cerrando dos de las cinco plantas, suspendido a quince mil obreros, y reduciendo de mil a cuatrocientos los proveedores de autopartes. En un momento surgieron diferencias con Zinn y Mauricio pasó a gerente general.
Poco después de concretado el traslado de acciones a favor de Socma, el ministro Cavallo estatizó las deudas privadas con el extranjero, entre ellas la de Fiat y las de Socma.