Miles de argentinos se sumaron de modo espontáneo y sin saber el origen de la convocatoria pero con la convicción de que era justa, a la propuesta de decir dónde estás o qué estás haciendo y luego preguntar “dónde está Santiago Maldonado”.
Miles de argentinos se sumaron de modo espontáneo y sin saber el origen de la convocatoria pero con la convicción de que era justa, a la propuesta de decir dónde estás o qué estás haciendo y luego preguntar “dónde está Santiago Maldonado”.
No tardaron en aparecer los cuestionamientos que plantean un Boca-River de macristas vs kirchneristas, reclamando como contrapartida la aparición de Jorge Julio López desaparecido en el 2006 durante el gobierno de Néstor Kirchner. Como si se tratase de comparar qué calidad de desaparecido es en uno u otro caso. O por qué sólo el reclamo fuera contra un gobierno o el otro. Como si lo importante para los argentinos no fuera que no haya ni un desaparecido más en manos de las fuerzas de seguridad. Como si a cada uno de los que llenaron la Plaza el 11 de agosto en reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado lo moviera una riña política electoral y no un corazón al que le pesa en lo más profundo hablar de un nuevo desaparecido.
Desde el 2006 pedimos por Jorge Julio López (entre otros) y desde hace casi un mes se suma a la lista Santiago Maldonado, jamás como rivales sino como víctimas. Para desempatar el terrible juego planteado, Rubén López, hijo de Jorge Julio López, posteó en su Facebook "Todos saben de quién soy hijo, dónde está Santiago Maldonado!!!"
Hay que poner las cosas en orden. El 1° de agosto Gendarmería reprime fuertemente una protesta de la comunidad mapuche en Cushamen, Chubut, y antes de irse subieron, contra su voluntad, en una de sus camionetas a un joven artesano de 28 años con testigos presentes que pueden confirmarlo. Intentaron despojar a las fuerzas de seguridad de la responsabilidad del caso ofreciendo una recompensa en dinero a quien pudiera dar datos sobre su paradero, lo buscaron en Entre Ríos argumentado que estaba de viaje. Pero con el correr de los días y la presión de las organizaciones de derechos humanos y el pueblo que no se calla ante un desaparecido más, se vieron en la obligación de cambiarle la carátula a “desaparición forzada”. Para poder dar con su paradero es esencial llamar a las cosas por su nombre. En este sentido, Nicolas Tauber, abogado integrante de Liberpueblo (Asociación por la defensa de la libertad y los derechos del pueblo), destaca la importancia del cambio de carátula y explica que tiene dos efectos centrales: “uno concreto en cuanto a la investigación de la aparición de Santiago Maldonado que indica que el juez y el fiscal están investigando concretamente la hipótesis de que fue secuestrado por fuerzas de seguridad, en este caso por Gendarmería Nacional. El segundo efecto es político, simbólico, que también es muy importante. Pone en el centro de la escena la responsabilidad del Estado y en este caso la responsabilidad primero de los que lo detuvieron y desaparecieron y en segundo lugar la responsabilidad de los funcionarios políticos en el caso de Patricia Bullrich (ministra de Seguridad de la Nación) particularmente, pero también marca la situación del propio Presidente que salió a respaldar a Bullrich y a poner en duda la desaparición, pone blanco sobre negro la responsabilidad en el encubrimiento de la desaparición de Santiago Maldonado. Pero además, da una señal tanto a nivel nacional como internacional de que en la Argentina el Estado está violando de manera abierta los derechos humanos”.
El jueves 24 por la mañana, al día siguiente de que se hiciera público el cambio de carátula, los organismos de derechos humanos habían pactado una reunión con el Ministro de Justicia Germán Garavano, pero él nunca apareció. Ante su ausencia sin expresar motivos y el intento de que la reunión se hiciera con otros funcionarios, las organizaciones plantearon su disconformidad. Nicolás Tauber, estuvo presente en la reunión que no fue y explica que las agrupaciones presentes entendieron que “era todo un hecho político, una decisión política del gobierno de no recibir a los organismos y nos fuimos. La realidad es que Garavano nos levantó la reunión de hecho sin avisarnos, en lugar de dar la cara y de darnos las explicaciones que íbamos a buscar”.
Mañana, martes 29, los organismos de derechos humanos tendrán una reunión con Claudio Avruj, el secretario de Derechos Humanos, donde plantearán nuevamente la situación de Santiago Maldonado, según indica el integrante de Liberpueblo, siempre que el encuentro se dé con quien se había pactado. Nicolás Tauber afirma que “el gobierno en lugar de ponerse a la cabeza de la aparición con vida de Maldonado, primero lo encubrió y ahora no quiere dar la cara. Con lo cual la conducta de los miembros del gobierno argentino deja mucho que desear de lo que debería ser la actitud de un funcionario de un gobierno democrático”.
El viernes 1° de septiembre a las 17hs a un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado las organizaciones de DDHH convocan a llenar la Plaza de Mayo para exigir su inmediata aparición con vida.
