La Gendarmería Nacional Argentina, ya a comienzos del siglo 21 armó el Proyecto X, un aparato de infiltración y espionaje para perseguir dirigentes obreros y populares. La antecesora de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Cristina Kirchner, Nilda Garré, reconoció su existencia y lo definió así: “El Proyecto X es un sistema informático de inteligencia criminal para la investigación de delitos complejos”.
La Gendarmería Nacional Argentina, ya a comienzos del siglo 21 armó el Proyecto X, un aparato de infiltración y espionaje para perseguir dirigentes obreros y populares. La antecesora de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Cristina Kirchner, Nilda Garré, reconoció su existencia y lo definió así: “El Proyecto X es un sistema informático de inteligencia criminal para la investigación de delitos complejos”.
El Proyecto X saltó a la luz pública con las denuncias de la investigación que hacía la Gendarmería sobre el compañero Ramón Bogado en tiempos en que fue coordinador de la Comisión interna que dirigió la toma de Kraft en el 2009. Este espionaje se extendió a otros miembros de aquella comisión interna, a dirigentes del Movimiento de Desocupados de la CCC de la Zona Norte del Gran Buenos Aires, y a otros sectores sociales y políticos.
La ministra de Seguridad del macrismo, de quien depende directamente la Gendarmería, sigue utilizando los servicios de esta fuerza para espiar, ahora a la familia de Santiago Maldonado. Revelaciones de los celulares de los gendarmes de El Bolsón y de Esquel demuestran que Fabián Arturo Méndez, jefe del Escuadrón 35 de Gendarmería de El Bolsón, tenía guardados en su teléfono archivos con informaciones de seguimiento del hermano de Santiago y su cuñada, quienes están actuando como querellantes, además de información sobre la comunidad mapuche de Cushamen, y datos que revelan las investigaciones hechas sobre el propio Santiago Maldonado.
No puede extrañar esto, porque es parte del podrido aparato represivo del Estado argentino que mantiene sus estructuras esenciales desde hace muchos años, incluso tras la dictadura militar. Es parte de la política que se han dado los gobiernos de los últimos años, particularmente desde el menemismo y que todos los siguientes han continuado, de cambiar el carácter de la Gendarmería como fuerza de frontera a instrumento represivo de las luchas sociales.
Un dato que revela el servilismo y poder de ubicación de Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, es que allá por 2012, cuando estalló el escándalo del Proyecto X, era una de las diputadas que pidió la interpelación de Garré, ya que era parte de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara baja.
Esto es parte de lo que está atrás de la desaparición forzada de Santiago Maldonado hace casi tres meses, y muestra el grado de cinismo del gobierno nacional de Macri, en particular de la ministra Bullrich, que trabaja activamente para licuar la responsabilidad de la Gendarmería en la desaparición forzada, y más aún en el papel de su jefe de Gabinete, Nocetti, el día 1 de agosto en la zona de la represión a los mapuches, dirigiendo el operativo. Para esto, se conoció en los últimos días que Gonzalo Cané, funcionario enviado por Patricia Bullrich para “coordinar” las declaraciones de los gendarmes en el Juzgado de Esquel, está tratando de impedir que se conozca el contenido de los celulares y computadoras usados por esta fuerza durante el operativo represivo del 1 de agosto, durante el cual desapareció Santiago Maldonado.
