Frente al sabor agridulce de las elecciones, con una fuerte caída de votos en diputados nacionales y una buena extensión y consolidación del Frente en toda la provincia en las elecciones comunales, se decidió convocar a una reunión provincial del Frente Social y Popular el 5 de diciembre en la ciudad de Rosario.
Frente al sabor agridulce de las elecciones, con una fuerte caída de votos en diputados nacionales y una buena extensión y consolidación del Frente en toda la provincia en las elecciones comunales, se decidió convocar a una reunión provincial del Frente Social y Popular el 5 de diciembre en la ciudad de Rosario.
Había bastante expectativa, dada la heterogeneidad del FSP (cinco personerías de distrito y varios partidos y organizaciones locales).
Aparecieron, como no podía ser de otra manera, opiniones condescendientes con el kirchnerismo, otras más caídas para intentar confluir con el FIT y algunas expresiones de cierto escepticismo frente al triunfo “amarillo”. Pero una concurrencia mucho mayor de la esperada (se incorporaron por primera vez a las reuniones localidades como Calchaquí, Recreo, etc.), la apertura de Carlos del Frade, el relato de las mejores experiencias como Casilda, San Justo, Villa Constitución, San Lorenzo, y el clima creado por las contundentes y unitarias manifestaciones antimacristas de los días anteriores -con una participación creciente de organizaciones sindicales, como Aceiteros, Obras Sanitarias, ATE- definieron el rumbo de la reunión. También pesó la gran alegría por la aprobación de la Ley Meier de Licencia por Violencia de Género.
Las resoluciones confirmaron la decisión de mantener y ampliar el Frente Social y Popular. Para enfrentar en las calles -y desde las posiciones de gobierno- las reformas reaccionarias de Macri y el pacto fiscal firmado por el gobernador Lifschitz, y para consolidar las propias fuerzas. Desarrollando iniciativas, análisis y propuestas propias que pongan nuestra alternativa política en el medio de esas luchas. Con mucho énfasis en la oposición a la reforma laboral y el ataque a los jubilados.
La mayoría propuso aprobar y mantener la política de conversar con todas las fuerzas políticas populares de la provincia, con las que nos unimos en la lucha y las propuestas, en vistas a una futura ampliación del Frente, cuando se clarifiquen un poco las grandes repercusiones provocadas por los resultados electorales al interior de todos los partidos; y privilegiando la unidad del Frente Social y Popular.
Desarrollar una gran campaña contra los “tarifazos” que se aproximan. Y de denuncia de la creciente política represiva del gobierno nacional. Aumentando la propaganda permanente del FSP. Planificar desde ya la participación del FSP en las actividades que se avecinan, entre ellas 8 de Marzo, 24 de Marzo, los 100 años de la Reforma Universitaria, etc. Unir más todavía el trabajo en las localidades con la tarea de los diputados provinciales. Y convocar a un gran plenario provincial en la segunda quincena de febrero.
