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10 de January de 2018

El pueblo azuleño enfrenta el cierre de Fanazul

Macri y Aguad echan trabajadores y suman indefensión nacional

En los últimos días de 2017, en medio de las Fiestas, el interventor de Fabricaciones Militares (FM) Luis Riva dispuso el cierre definitivo de Fanazul, la importante fábrica de pólvora y explosivos ubicada a unos 30 Kilómetros de la ciudad de Azul. Así dejó cesantes a 220 trabajadores, cuyos contratos vencían el 31 de diciembre. Muchos de estos trabajadores llevaban 10, 15 y hasta 22 años de contratados, sin que los gobiernos anteriores los efectivizaran, precariedad que aprovechó el gobierno de Macri para ejecutar la infame medida.
Fanazul fue fundada en 1946, durante el gobierno del Gral. Perón. Más tarde, en 1953, pasó a depender de Astilleros Navales del Estado (AFNE) y en 1988 pasó a estar bajo la órbita de Fabricaciones Militares. Su cierre no sólo implica centenares de familias sin trabajo y un duro golpe a la economía azuleña, sino avanzar en la indefensión nacional, la cual ya se expresó dura y dolorosamente con el reciente hundimiento del ARA San Juan.
Riva (un CEO de consultorías económicas, Impsa y otras empresas) justificó el cierre esgrimiendo los argumentos comunes de este gobierno de ricos para ricos: que la fábrica es inviable, que sólo da pérdidas, etc. Pero los mismos trabajadores, desmintiendo a Riva, señalan que entre otras producciones, Fanazul es hoy el más importante fabricante del explosivo TNT de toda Latinoamérica. Riva, por cuya boca hablan Macri y Aguad, expresó con toda frialdad por la radio de la cercana ciudad de Olavarría “que la fábrica ya está desactivada”, que “sería ilegal indemnizar a los cesanteados” y que “ahora la responsabilidad la debe asumir la sociedad azuleña”. 
Esta resolución cayó como una bomba sobre los trabajadores y sobre toda la comunidad azuleña. El repudio y la lucha de los trabajadores y el pueblo no se hicieron esperar. Las movilizaciones por la ciudad; los cartelitos colocados en muchos negocios que dicen “Ni lo intenten… todos somos Fanazul”, los cortes de la Ruta 3 del 2 de enero, y la gran marcha del viernes 5 de enero en la que más de 6.000 personas repudiaron el cierre y exigieron la reapertura, en medio de los aplausos y gritos de aliento de centenares de vecinos apostados en las veredas y ventanas. La más grande movilización de la historia de Azul, luego de la cual nada volverá a ser igual.
En momentos de escribir este artículo ayudado por varios trabajadores, estos permanecen día y noche acampando frente a la Municipalidad y preparan nuevas medidas de lucha. Con la participación activa de su gremio ATE, todas las medidas se toman en asamblea. Alertan sobre la inseguridad que reina en la fábrica, debido a la existencia de polvorines y otros elementos peligrosos, que eran cuidados y preservados por trabajadores que hoy están despedidos. Y denuncian también los planes para apropiarse de las 1.200 hectáreas que tiene Fanazul, muy ambicionadas por terratenientes y campesinos ricos de la zona. Planes en los que se dice está implicado el propio intendente Bertellys, aquel que fuera electo por el Frente para la Victoria y luego se trasvasó a Cambiemos. Como expresaron compañeros en el acampe: “Mejor que el intendente se ponga al frente de esto, si no el pueblo de Azul se lo va a llevar puesto…”.
Se ha constituido un Comité de crisis que ya realizó dos reuniones. Con mucha lucha y debiendo torcer la oposición de los concejales de Cambiemos, se logró aprobar la “Emergencia laboral”, que da un respiro en la aplicación de impuestos y pago de servicios y dispone ayudas para los cesantes.
La CCC llevó solidariamente alimentos al acampe, siendo recibidos con aplausos, como los que se brinda a los numerosos vecinos que permanentemente acercan su ayuda. Junto con los trabajadores y el pueblo azuleño exigimos: ¡Reapertura inmediata de Fanazul! ¡Reincorporación de todos sus trabajadores! ¡Apoyo y ampliación de la producción al servicio de los auténticos intereses nacionales!
La lucha en defensa de Fanazul se puede ganar, haciendo los mayores esfuerzos posibles para agrandar la unidad obrera y popular y luchando decididamente contra esta política, para doblarle el brazo al trío Macri-Aguad-Riva.