Este curso fue fundado el doctor Néstor “Chino” Olivieri (la sala lleva su nombre), y durante 28 años se ha sostenido formando a más de 600 vecinos que han hecho realidad el lema de esa institución sanitaria: “el pueblo debe tomar la salud y la lucha por la salud en sus manos”. En lo profundo de La Matanza se practica lo que el “Chino” Oliveri definía como la medicina del futuro en la Argentina, la medicina social.
Este curso fue fundado el doctor Néstor “Chino” Olivieri (la sala lleva su nombre), y durante 28 años se ha sostenido formando a más de 600 vecinos que han hecho realidad el lema de esa institución sanitaria: “el pueblo debe tomar la salud y la lucha por la salud en sus manos”. En lo profundo de La Matanza se practica lo que el “Chino” Oliveri definía como la medicina del futuro en la Argentina, la medicina social.
Este año egresaron doce nuevos agentes que van a continuar el próximo año profundizando su capacitación en la investigación y el trabajo de campo sobre la situación de salud de la población de la zona que rodea a la sala.
Testimonios de algunos egresados
Oscar, chapista y paciente diabético, vecino de González Catán: “A mí me motivó asistir al curso, dado que participo en el taller de diabetes de la sala como paciente, y quería conocer más de la enfermedad para manejarla y poder tratarla con mi familia también. He aprendido muchas cosas que tienen que ver con la atención primaria, pero me voy a dedicar especialmente a ayudar a personas con esta enfermedad, en mi barrio y aquí en la sala. Ya me anoté para venir un día todas las semanas a participar como agente sanitario en el grupo de diabetes. Es la forma de devolver a la salita lo que me ha dado en todo este año de estudio”.
Eli, ama de casa, madre de tres hijos, del barrio Atalaya, González Catán: “Hoy es un día de mucha emoción y felicidad. La capacitación que recibí en el curso durante este año, la he podido poner en práctica en mi casa, con los vecinos de mi barrio y en la sala donde he colaborado en la enfermería durante todo el año. El año pasado había hecho un curso de primeros auxilios, lo que me incentivó a venir a éste que es más completo y ahora que lo aprobé me siento más segura para seguir la carrera de enfermería. Quiero devolverle a la sala toda esta capacitación gratuita, desinteresada y la preocupación para que me formara como agente sanitaria. Por eso, como hice este año, voy a colaborar en el área de enfermería, aquí. Creo que mi aporte va ser ayudar a las personas no sólo en la parte física sino también en lo sicológico, en la parte humana. Creo que los trabajadores de salud tenemos que escuchar mucho a las personas enfermas, es muy importante la relación humana. La tarea de enfermería no la tomo sólo como un trabajo sino como un servicio hacia las personas enfermas. Quiero seguir trabajando en la sala y al mismo tiempo voy a estudiar en una escuela para enfermera profesional”.
Mónica del barrio María Elena, madre de tres hijos: “Me decidí a hacer este curso por mi hija y mi mamá. Mi hija tiene problemas respiratorios, he venido muchas veces aquí a atenderla, e incluso estuvo internada en un hospital; y mi mamá tiene problemas cardíacos y de presión. Por eso en principio hice el curso para tener más conocimientos para poder ayudarlas pero al mismo tiempo me gusta la tarea de enfermería y este curso me dio una base para seguir estudiando. Voy a seguir como ayudante de enfermería en la sala y pienso terminar el secundario, y después hacer la carrera de enfermera profesional. Me gusta la atención a la gente y dentro de la enfermería me voy a dedicar a inyectables”.
Profundizar el conocimiento sobre la situación de salud de la población
Hugo Pololla, psicólogo social y responsable de la Sala, nos decía: “Esta 28° promoción del curso ha sido muy interesante, con muy buena participación en el desarrollo del curso. Si bien fue mayor cantidad al inicio, llegamos con 12 egresados, con muy buena calidad en su capacitación. Han hecho todos una buena práctica en la sala; en la tarea de prevención visitamos escuelas del barrio, trabajamos con pacientes en la sala de espera y en la vereda con la cola de pacientes. Lo nuevo es que con este grupo de egresados hemos decidido hacer un año más en la investigación y trabajos de campo en el área de salud. No vamos a tener clases, sólo nos vamos a juntar para preparar los trabajos a realizar. Esto es muy interesante, el hecho de profundizar el conocimiento sobre la salud de la población alrededor de la sala.
“Es el segundo año sin la presencia física del Chino, pero está siempre presente y lo ha estado en esta nueva promoción. Tuvimos varios integrantes que habían iniciado con él y ahora lo pudieron terminar, y en los temas que tocábamos, aparecía su presencia. Fue el fundador de este curso.
-Se han formado más de 600 agentes de salud durante estos 28 años ¿Han podido hacer algún seguimiento sobre la práctica posterior de ellos en el área de salud?
-Algunos casos conocemos. Hay quienes se han transformado en trabajadores de salud en el barrio, otros que son muchos, se han capacitado en distintas profesiones de salud, algunos se van a recibir en la Licenciatura en Enfermería. Desde el curso derivamos varios como becados a la Escuela de Enfermería de Hurlingham y también nos han ofrecido cursos gratuitos en el CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas), por lo tanto tenemos agentes de salud que trabajan en el barrio con su familia y vecinos, otros que colaboran en forma intermitente con la Sala y quienes se quedan a colaborar permanentemente. Estamos viendo cómo les conseguimos un ingreso. Otra tanda sigue formándose en el área de salud y trabaja en otros centros de salud de diferentes lugares. Tenemos el caso de una médica clínica que fue jefe de Residentes en el Hospital Paroissien, hace muchos años hizo el curso de agente de salud y hoy trabaja aquí como médica.
-¿Cuál es el perfil de los vecinos que se acercan a hacer el curso?
-Es muy variado. Hay una gran parte que se acerca a curiosear, pensando que es un curso tradicional de primeros auxilios. Pero aquí tratamos los problemas de salud como una cuestión social-ambiental, vemos lo epidemiológico, es decir las condiciones de vida de las personas en el marco del contexto social. Ahí se produce un clic y se enganchan en la idea de la medicina social. Si bien vienen de diferentes barrios y orígenes familiares y sociales, mayoritariamente se identifican como integrantes de una clase social pobre, trabajadores precarios, amas de casa, con la idea de servir a los otros, es gente con una vocación muy solidaria.