“En Sudamérica todos somos descendientes de europeos” se despachó suelto de cuerpo el presidente Macri, tratando de endulzar los oídos de mandatarios y grandes banqueros y empresarios en la reunión de Davos. Algunos bien intencionados han acusado a Mauricio de ignorante por esta afirmación, que desconoce la importancia de los pueblos y naciones originarias en nuestro país y el continente. Creemos que no.
“En Sudamérica todos somos descendientes de europeos” se despachó suelto de cuerpo el presidente Macri, tratando de endulzar los oídos de mandatarios y grandes banqueros y empresarios en la reunión de Davos. Algunos bien intencionados han acusado a Mauricio de ignorante por esta afirmación, que desconoce la importancia de los pueblos y naciones originarias en nuestro país y el continente. Creemos que no.
Es que para Macri, los originarios “no existen”, por eso toda su política parte de reprimirlos, ocultarlos, y llegado el caso matarlos como a Rafael Nahuel. No hay que extrañarse: Macri es el que dijo, en la celebración de los 200 años de la declaración de independencia, delante de su “invitado especial” Juan Carlos de Borbón: “Estoy acá (en Tucumán) tratando de pensar y sentir lo que sentirían ellos en ese momento. Claramente deberían tener angustia de tomar la decisión, querido Rey, de separarse de España”. El entreguismo sin careta.