En calles y avenidas, paradas de colectivo, en subtes repletos, en el interior y en las afueras del Congreso, ayer desde temprano los pañuelos verdes estuvieron presentes, símbolo del apoyo a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.
Mientras en el Congreso Nacional se reunía la Cámara de Diputados, para debatir en torno a la despenalización del aborto, afuera cada vez más hombres y mujeres de todas las edades se congregaban con su pañuelo verde atado a la mochila, en la muñeca, en el cuello, o alzándolo con las manos en alto para que quienes van a votar la ley sepan que el proyecto de la Campaña se forjó en la lucha, la discusión y consenso, que se dieron miles de personas a lo largo y ancho del país durante muchos años.
El pañuelazo se replicó en todo el país, las calles se expresaron a favor del aborto, incluso desde temprano fue tendencia en las redes #AbortoLegalYa. Es claro que el debate llegó al Congreso porque ya se había apoderado de él la sociedad, tras el arduo debate que se ha dado el movimiento de mujeres en Argentina hace varias décadas. En este sentido hay que destacar que la oposición existe, y la iglesia pisa fuerte en las ideas de quienes están en contra y se posicionan “a favor de la vida” como si quienes defienden el aborto estuvieran a favor de la muerte. Los anti-aborto también salieron a la calle aunque su presencia fue mínima comparándolo con quienes están a favor.
La consigna histórica que sostienen quienes luchan a favor del aborto es: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Es decir, se expresa el tratamiento de la conflictiva en general y no solo al momento de realizar el aborto. Posiblemente la mayor coincidencia entre los distintos sectores sea que lo mejor es movilizar todas las herramientas posibles para no tener que llegar a efectuar el aborto. Sin embargo, desde que se aprobó la ley de Educación Sexual Integral (Ley 26.150, del año 2016), poco se ha hecho para garantizar que se cumpla, y los sectores más conservadores se opusieron a su implementación en las escuelas pese a que se votó tras el debate parlamentario. Y la conquista por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, es una deuda de la democracia sobre las mujeres aunque la ESI se aplicara.
La discusión parlamentaria sobre la despenalización del aborto da sus primeros pasos planteando un abanico importante de voces a favor y en contra. Desde la Campaña por el Derecho al Aborto se afirma que es necesario que el aborto no sea punible pero, además, hay que legalizarlo para que el Estado se haga responsable de garantizar la vida de las mujeres que requieren un aborto, ya que es una problemática de Salud Pública que año tras año se lleva la vida de jóvenes mujeres.
