El pasado 7 de diciembre, los padres, amigos y familiares de la masacre de Croma-ñón, estuvieron en la calle manifestando su repudio e indignación en la Legislatura, en Tribunales y en Monte.
Las 200 sillas negras con la foto de los pibes masacrados en Cromañón, y las flores en recuerdo de los familiares muertos, de espaldas a la Legislatura conmovieron, desde la madrugada, a la ciudad y llegaron al conocimiento de todo el país.
Con cada uno de los 194 pibes muertos, murió un proyecto de vida en curso, sueños e ilusiones de futuro, la alegría de divertirse y escuchar a sus bandas preferidas. La presencia de una murga, acompañada en sus cantos por algunos familiares, reivindicó el derecho de la juventud a divertirse, sin morir en una cámara de gas.
Miles de personas pasaron por Av. De Mayo y Perú, muchas se pararon solidariamente. El 7, la justeza de la causa Cromañón avanzó en la opinión pública. La CCC de Barracas estuvo presente durante toda la jornada.
Fue la respuesta a la doble provocación de Kirchner, Alberto Fernández y los jueces que les responden: la asunción como diputado del absuelto Ibarra y la liberación de Chabán. Sumándose a la provocación, Miguel Bonasso se abrazó para la tele con Ibarra; ambos, junto al banquero Carlos Heller, miembro del PC, integran el kirchenrista Diálogo para Buenos Aires.
La contrapartida en el recinto fue Patricia Walsh quien, tras conversar con los familiares, incorporó a su juramento los 30.000 desaparecidos, los pibes de Cromañón y los que luchan, reivindicando su condición de diputada de izquierda. Juró con las zapatillas sobre la mesa; las zapatillas y los pañuelos blancos simbolizan la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy, que algunas organizaciones de DDHH en sintonía K, olvidan.
La exitosa jornada se reflejó en el balance realizado en la reunión de la articulación, la misma noche del 7. En unidad, con distintas iniciativas en marcha, se trabaja para alcanzar el objetivo de 10.000 personas para el 30 de diciembre.
También en Tribunales
En Tribunales, un grupo de padres y familiares esperó la llegada de Chabán, quien haría los trámites para salir en libertad. No sólo están libres los demás responsables de la masacre, sino que el único preso consigue estarlo.
“Lo vamos a seguir toda la vida, si es necesario”, gritó una mujer que exhibía la foto de su hijo fallecido colgada al cuello. Los padres denunciaron el fuerte operativo policial para proteger a una sola persona (si persona se puede llamar a esta inmundicia a quien no le importa que entren miles de pibes a un lugar cuya puerta de emergencia estaba cerrada con candado).
En Monte
Por otra parte, en la plaza de San Miguel del Monte, un pueblo de 28 mil habitantes, un grupo de familiares repudió la presencia del ex gerenciador de Cromañón, mediante una repartija de más de dos mil panfletos que dicen: “Cuidado señor vecino: Omar Chabán ha llegado a su ciudad. ¿Quién es? Un asesino”. Jorgue Guiralt, cuyo hijo Emiliano murió en el boliche de Once y encargado de la manifestación, comentó: “Apenas tengamos la plena seguridad de dónde está, vamos a ir a escracharlo. Y no lo vamos a dejar tranquilo, esté vivo o muerto. Hablamos con las autoridades y prometieron declararlo persona no grata”.
