La Federación Deportiva Obrera (FDO) en la Argentina fue fundada en 1924, y fue parte de la Internacional Roja del Deporte, organización promovida por la Tercera Internacional, también conocida como Internacional Comunista o Comintern.
Nuestra FDO estuvo atravesada, además de las luchas de líneas internas del Partido Comunista, por los debates específicos en el terreno del deporte, en la Internacional y en la Unión Soviética.
En la URSS el deporte y la gimnasia, tras el triunfo de la Revolución Rusa, se transformaron en una cuestión de Estado. Por eso surgió, como institución del Partido Comunista soviético, y del gobierno socialista, el Consejo Superior para la Cultura Física.
Nikolaj Semaško, primer presidente de este Consejo Superior, era al mismo tiempo Comisario Popular de Salud. El Consejo establecía: Es tarea de la cultura física curar y perfeccionar a la raza humana e incrementar la actividad vital de cada individuo. Comprende tanto la cultura de la vida cotidiana en sentido general (higiene personal, aprovechamiento de las fuerzas de la naturaleza –sol, aire y agua-, reparto correcto del trabajo y el descanso, etc.) como los ejercicios físicos en forma de gimnasia, deporte y juego, que son los que han conseguido la mayor difusión entre la juventud obrera y campesina”.
Alrededor de la concepción del deporte se libró una lucha de líneas. Estaban los que la concebían como un apéndice del entrenamiento de masas con una orientación militar, los que renegaban de cualquier tipo de competencia deportiva, al que consideraban “un vestigio de la sociedad burguesa”, y los que buscaban una vinculación entre la cultura física de masas y el deporte competitivo.
Si bien en estos primeros años la URSS no participaba de las competencias olímpicas, el deporte fue vehículo de las relaciones con otros países, con los que el gobierno socialista trataba de entablar vínculos comerciales y políticos. Hacia 1925 se realizaron seis partidos de fútbol entre equipos soviéticos y de Turquía. Gorkič, funcionario del Consejo Superior para la Cultura Física, destacó, en su defensa de las competiciones puntuales con el deporte burgués: “La cuestión de la victoria juega un importante papel… Tras sólo un par de años de existencia, la cultura física está tan desarrollada que los trabajadores rusos deportistas son capaces de batir a los campeones del deporte burgués”. Esta línea, que con los años generaría el deporte de elite diferenciado de las masas, tendría sus repercusiones en nuestro país.
Hoy N° 1721 13/06/2018
