“En la Fábrica Militar de Río Tercero hubo 59 despidos. Entendemos que esto va por etapas. En diciembre ya habían echado a 25 trabajadores y este fin de año no va a haber renovación de contratos. El 95% de la planta en Río Tercero somos contratados transitorios con un promedio de entre 10 y 15 años de planta. Solamente quedan 20 trabajadores permanentes”.
—¿Cómo fue la semana previa a conocerse la noticia de los despidos?
—Toda la semana se trabajó por medio de asambleas. El miércoles se había definido hacer una quema de gomas en la portería impidiendo el ingreso y egreso de camiones de carga química y de materiales para la producción mecánica. El jueves volanteamos por la ciudad para que estemos todos al tanto del impacto económico que implican estos despidos. No solo por los despidos en la fábrica militar, sino también en la central nuclear. Esto es un duro golpe a la economía local.
El viernes se había planteado hacer una movilización pero los procesos se adelantaron por el ingreso de más de 100 gendarmes a la planta. En la fábrica de Villa María estaban Gendarmería, el Ejército y la policía de la provincia de Córdoba del lado de afuera. En Beltrán cortaron la luz a las 5 de la mañana, impidiendo el ingreso de trabajadores y trabajadoras a la planta. Dejaron la fábrica de Beltrán desierta, comunicaron los despidos en la calle, con una lista. Mientras que en sede central estaban reforzando la portería con Policía Federal.
En la asamblea del viernes le pedimos al director, coronel Rafael Guerrero y al jefe de Recursos Humanos Nicolás Macaño, que den explicaciones sobre el ingreso de Gendarmería y sobre el armado de la lista. Ahí el director debió aceptar que gendarmería no había ido sólo por el acto homenaje a San Martín, sino también para preservar la fábrica por orden del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los propios jefes de Gendarmería dijeron estar preparados para desalojar la fábrica en cualquier momento del fin de semana de ser necesario.
—¿Alguien del gobierno nacional se comunicó para informar por qué los despidos?
—La única respuesta fueron las declaraciones del ministro de Defensa Oscar Aguad, que señala que hay 200 despidos y no se renovarán los contratos en diciembre. No hay ningún análisis para justificar los despidos. No tienen fundamentos. Hay compañeros que nunca han demostrado conflictos, inasistencias, ni sumarios. Incluso hay compañeros que no están vinculados a la vida gremial. Hay compañeras que han sido madres hace poco tiempo. Compañeros con tratamientos oncológicos o neurológicos y algunos que estaban cerca de jubilarse.
—¿Por qué el gobierno decide realizar estos despidos?
—Claramente ellos van por el cierre de la fábrica militar. Hemos denunciado en el Ministerio de Trabajo de la provincia un lockout patronal. El ácido nítrico que producimos y se vende a Petroquímica (Grupo Piero) tiene un precio de U$S2.500 la tonelada, mientras que la actual intervención la está vendiendo a precio de peso. Con la corrida cambiaria la fábrica perdió plata. Así es imposible que la fábrica sea sustentable.
—¿Recibieron alguna amenaza para desalojar la fábrica antes de que sean anunciados los despidos?
—En Corralito (A 10 km de Rio Tercero) el Batallón 605 del Ejército estaba realizando tareas de infiltración. Todos estábamos al tanto de esto y por ello decidimos desalojar. Sabíamos que la represión podía ser muy dura.
Vamos a un paro nacional sectorial con movilización a Sede Central (Av. Cabildo 85 CABA) la semana que viene. Vamos a parar todas las plantas.
Hoy N° 1731 22/08/2018