En el debate se trataron once causas acumuladas que contemplaban a 76 víctimas, entre ellas cuatro asesinados/as y siete desaparecidas/os. Diecinueve miembros de las Fuerzas Armadas y policiales esperaron el veredicto.
Una de las causas que se trató fue el asesinato de Susana Bermejillo y nuestro compañero Mario Susso, ocurridos cuatro días antes del golpe, el 20 de marzo de 1976.
Como lo expresamos en estas páginas cada año, Mario fue estudiante avanzado de la UTN quien luego de de la gigantesca experiencia del Mendozazo (4 de abril de 1972) se incorporó al PCR. La línea de masas de nuestro partido encajó fructíferamente con su misma forma de ser: desde los estudiantes encabezó la lucha por sus necesidades y se planteó firmemente la necesidad de la unidad obrero estudiantil. Por eso los surcos de viñedos y sus obreros en la ex bodega Furlotti, así como otras fincas de Luján, lo tuvieron como entusiasta y solidario organizador y difusor de la línea de su querido PCR.
En décadas de lucha, el pueblo argentino consiguió en el 2003 la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida dictadas durante el gobierno de Alfonsín en 1987. Comenzaron los juicios por las desapariciones, asesinatos, cárceles, apropiación de bebés y torturas de la dictadura fascista del 76. Fue un gran logro y pudieron darse muchos pasos en la permanente búsqueda de justicia por las víctimas, familiares y el pueblo en general.
Han sido y son un gran paso en esa búsqueda de Justicia. Se ha logrado mucho y, como siempre, contradictoriamente falta mucho.
Cientos y cientos de responsables no han sido juzgados, ni siquiera citados. Miles de los desaparecidos no podrán llegar nunca a juicio pues no existe ninguna prueba para ello. Alguna vez, las Madres plantearon otra opción para el Juzgamiento.
En el caso de Mario, el único imputado, un policía que actuó en el D2, fue absuelto por estos cargos.
Durante este sexto juicio se escucharon testimonios que relataron la actuación de bandas civiles que “ocupaban” los pasillos y oficinas oficiales de la Tecnológica, portando hasta armas, desde antes del golpe, como parte del clima golpista que se iba instalando. La querella denominó a esas bandas como parte de la CNU.
Es importante recordar y afirmar nuestra justa posición antigolpista que tan apasionadamente denunció Mario. Los preparativos para el golpe comenzaron inmediatamente de la muerte del general Perón el 1 de julio del 74. Con Luder interinamente en el gobierno por desplazamiento transitorio de Isabel, entre setiembre y octubre de 1975 se dictan los Decretos 2770/71 y 72 que ampliaban a todo el país el control de las FFAA sobre las policías provinciales.
Esa subordinación de la policía a las FFAA es el núcleo del dispositivo golpista que se fue armando en la Argentina y en Mendoza. Las clases dominantes habían confluido en un amplio frente golpista en el que estaban representantes de los imperialismos dominantes que se disputaban nuestra patria, yanquis y rusos, frente hegemonizado por estos últimos. Al pueblo y sus luchadores lograron dividirnos y ellos se unieron, de ahí el terrible fascismo de ese golpe y su dictadura.
Estas bandas golpistas civiles, que actuaron bajo la dirección del Ejército y de la Fuerza Aérea en Mendoza, instaladas en la UTN no han podido ser llevadas a juicio. De ahí el resultado de absolución para Armando Fernández de la Policía de Mendoza.
El Partido en Mendoza viene luchando por avanzar en la justicia en estos juicios por lesa humanidad. Aportó dos testigos de contexto: Carmelo Cortese y Jaime Valls, que conocieron y fueron sus camaradas. No fueron convocados.
En el alegato de la querella fuimos consultados y pudimos expresar rasgos fundamentales de Mario Susso y de su posición política.
En este proceso hemos solicitado un nuevo juicio, aportando testigos y pruebas. Seguiremos en este camino hasta lograr la verdadera justicia por Mario y los 30.000. Nuestro objetivo es ningún genocida o cómplice en libertad.
30 mil compañeros detenidos desaparecidos ¡Presente! ¡Ahora y siempre!
Corresponsal
Hoy N° 1736 27/09/2018