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27 de September de 2018

Macri quiere liquidar el Encuentro Nacional de Mujeres. Los ataques al Encuentro son funcionales al macrismo

Todas somos el Encuentro porque el Encuentro es de todas

Desde el 1° Encuentro Nacional de Mujeres, durante 32 años seguidos, miles de mujeres al comienzo y decenas de miles desde hace tiempo, nos juntamos, nos escuchamos, nos contamos nuestros sufrimientos, nuestros miedos y nuestras broncas, nuestras experiencias de organización y de lucha, nuestros triunfos y nuestras derrotas.

Todas nos sentimos iguales y hermanadas, porque la unión hace la fuerza; esa fuerza con la que venimos abriendo discusiones y logrando conquistas. Unas podemos ir, a otras les contamos como son hasta que se animan. Así, de algunos puñados o racimos en las calles, ahora somos millones. Todas somos el Encuentro porque el Encuentro es de todas.

Treinta y dos años seguidos y siempre creciendo. Crece el Encuentro y crece cada encuentrera, porque ninguna sale igual a cómo entró. Crecemos en reconocernos a nosotras mismas, crecemos en sentir que los sueños de dignidad de cada una son posibles porque somos la mitad del cielo. Crecemos porque en medio de tantas amarguras en las que vivimos, juntas, abrimos el camino de hacer realidad la esperanza de liberarnos de las cadenas a las que nos someten.

Y tenemos un nombre, nos llamamos Encuentro Nacional de Mujeres. Así lo gritamos en cada una de las 26 marchas: ¡Y les hicimos el Encuentro!

Los ataques al Encuentro
Desde la reunión plenaria de la Comisión Organizadora con mujeres de ex comisiones, en febrero, en Lago Puelo, un grupo de mujeres encabezado por Moira Millán recorre el país con una campaña contra el Encuentro.

Esa campaña se basa en “exigir” que el Encuentro sea “plurinacional”. ¿No saben que el Encuentro Nacional de Mujeres es plurinacional desde que nació? ¿No saben que en los 32 Encuentros han participado miles de mujeres originarias y de nuestros hermanos países latinoamericanos?

¿Por qué en lugar de atacar a la Comisión Organizadora no colaboran con ella, que con tanto esfuerzo está garantizando un Encuentro, tan difícil, por las condiciones en que se da en Chubut, y frente a un gobierno nacional que quiere liquidarlo?

¿Por qué atacan a los Encuentros Nacionales de Mujeres que reconocen, desde el inicio, la triple opresión de las mujeres originarias, triple opresión que también sufren cientos de miles de mujeres migrantes de los países hermanos latinoamericanos?

Defendamos el Encuentro
¿Por qué se quiere dividir a las mujeres entre “originarias” y “criollas”? ¿Por qué se ataca a las criollas calificándolas de “huincas”? Junto a Túpac Amaru y Micaela Bastidas había muchas criollas. Junto a Martín Güemes y su compañera Macacha Tejada había muchas originarias, y las/os gauchas/os tenían sangre originaria. La unidad de criollas/os, originarias/os y afroamericanos esclavos fue una condición decisiva para aquella primera independencia. Y sigue siendo una condición decisiva para conquista la segunda independencia y la liberación de nuestra opresión como mujeres, acabando con las oligarquías latifundistas y la dependencia de las potencias imperialistas.

¿Por qué dividirnos cuando las mujeres necesitamos unirnos? Luchamos por unirnos. Y luchamos por la unidad más amplia posible de todos los pueblos y naciones que habitan en la Argentina, para enfrentar los brutales sufrimientos provocados por este gobierno de Macri, tan reaccionario, que agrava al máximo el robo de tierras y el genocidio silencioso a las naciones y pueblos originarios, condena al hambre y la pobreza al pueblo criollo y está convirtiendo a la Argentina, prácticamente en una semicolonia de las potencias imperialistas de turno.
¿Por qué en lugar de atacar a esta Comisión Organizadora, que ha creado el taller “Mujeres por la libre determinación de los pueblos”, no colaboran con ella?
Le pedimos a la hermana Moira Millán que reflexione y colabore para que el Encuentro Nacional de Mujeres sea exitoso. Y una vez más, podamos recorrer las calles de Trelew al grito de A pesar de todo, les hicimos el encuentro. 

Escribe María Rosario

Hoy N° 1736 27/09/2018