El presupuesto del 2018 para las universidades fue de 95 mil millones de pesos, mientras que el proyecto 2019 promete una asignación total de 123 mil millones de pesos. Un 29,75% de aumento.
Según el gobierno la inflación proyectada para el año que viene es del 34,8%. Queda claro que el presupuesto 2019 es de ajuste.
A su vez, si analizamos la asignación a cada universidad vemos que hay varias que son muy castigadas: es el caso de Comahue, La Pampa, General Sarmiento, Quilmes, San Juan Bosco, entre otras, que ni siquiera llegan a tener aumentos del 25%.
Otras como Rosario, La Plata, Mar del Plata, UTN, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Litoral, Nordeste, que son las que mayor cantidad de estudiantes concentran, apenas pisan el 30% de aumento. También por debajo de la proyección inflacionaria.
Sin embargo, el gobierno comunicó que el total presupuestario para las casas de estudio es de $144 mil millones, tratando de instalar que hay un aumento más grande, cuando esto no es así.
La realidad es que para llegar a 144 mil millones se están engordando con programas e ítems no asignados a cada universidad, sino que están a disposición de la Secretaría de Políticas Universitarias -SPU- y en la cual no está garantiza su transferencia a cada universidad.
Por ejemplo, hay un ítem llamado “recomposición salarial” equivalente a 9.500 millones que no es parte del cuerpo presupuestario y que generalmente se incorpora durante la negociación salarial.
Por otro lado hay un ítem “transferencias varias” de 4 mil millones que no especifica su uso, por lo que el gobierno puede definir no enviarlo a las universidades.
Además, nuevamente se frenan todas las obras de infraestructura: el presupuesto para obras en las facultades es de solo $19 millones.
La deuda es con la educación
Según el proyecto de presupuesto 2019, se estipula que el Estado pagará $498 mil millones en conceptos de servicios de deuda. Lo que implica un 48,8% de aumento con respecto a 2018.
También el gobierno quiere seguir aumentando el endeudamiento de los organismos internacionales como el FMI: planifica un financiamiento a través del endeudamiento externo de $766 mil millones. Es decir, endeudarse un 32,8% más que en 2018.
La impresionante lucha universitaria logró hacer retroceder al gobierno: tuvo que ofrecer 26% de aumento, aunque tiene sumas fijas y en negro, es mucho más que el 15% de aumento salarial que quería imponer inicialmente. Además destrabamos el ahogo financiero, con el envío de algunas partidas presupuestarias que adeudaba a diferentes universidades.
Ahora, en el marco de la discusión presupuestaria para el año que viene, el gobierno nacional de Macri busca profundizar el ajuste acatando los mandatos del Fondo Monetario Internacional, que prestó dólares a cambio de un fuerte ajuste al pueblo: quieren un presupuesto con déficit cero.
La lucha de estas semanas, que terminó rompiendo el techo salarial y aliviando el ahogo a las universidades, nos deja en mejores condiciones para poder lograr un presupuesto que atienda las necesidades de cada Facultad y cada carrera y no que esté armado en función de las necesidades del FMI y los sectores de las clases dominantes que buscan subordinar la Universidad, la ciencia y la técnica a un modelo de país dependiente de las potencias imperialistas.
CEPA – Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista
Hoy N° 1738 10/10/2018