La política educativa de la gobernadora Vidal tuvo su máxima expresión en el estallido de la cocina de la escuela 49 de Moreno, donde perdieron la vida Sandra y Rubén, dos trabajadores de la educación, ella docente y él, auxiliar.
La política salarial de la gobernadora Vidal, emulando al ministro Finochiaro, que nos negó a los docentes la paritaria nacional, fue llevar de marzo a octubre, una farsa de negociación paritaria, empezando por un 15% miserable, pagando sumas en negro “a cuenta de futuros aumentos”, sin engrosar los sueldos básicos, para llegar a octubre ofreciendo el 19%, cuando hasta el gobierno reconoce que a diciembre la inflación va a ser mayor al 40%.
El lógico rechazo a esa nueva “oferta” tuvo como consecuencia que la gobernadora firmara el Decreto 1145, donde “en uso de las atribuciones que tiene el Poder Ejecutivo”, fija los montos que se pagaron desde marzo hasta el 5 de octubre. A modo de ejemplo, el básico del preceptor, el 1/1 era de $5.162, pasa a ser desde el 1/8 de $5.850. Esto es equivalente al 19% rechazado por el Frente de Unidad Docente Bonaerense.
En ningún momento dice explícitamente que este decreto equivale al cierre de la paritaria, pero va de suyo que pretende terminar unilateralmente con dicha negociación.
El gobierno de Macri pretende hacerle pagar a todo el pueblo argentino la “pérdida” que supuestamente tuvieron las petroleras por el aumento del valor del dólar, mientras les niega a los trabajadores un salario que les permita vivir decorosamente.
La gobernadora, fiel ejecutora de sus políticas de ajuste, pretende imponer un salario de hambre a los docentes de la provincia de Buenos Aires.
La reacción y la bronca fueron inmediatas, y la decisión de seguir enfrentando a este gobierno se manifestó en las asambleas por escuela que se llevaron a cabo los días 2 y 3 de octubre en toda la provincia.
De las escuelas surgió el mandato de 48 horas de paro los días 8 y 9 de octubre, con movilización el 8 a la Casa de la Provincia de Buenos Aires y una sentada de alumnos de escuelas técnicas el 9 en el Congreso, en defensa de la educación técnica, seriamente amenazada por las reformas curriculares que quieren realizar, con el objeto de hacer desaparecer los talleres y la formación técnica, ya que, como se ve claramente en el caso del Astillero Río Santiago, prefieren comprar lanchas y barcos a Francia o a Israel, antes que poner a producir el Astillero. Entonces, si vamos a ser meros importadores, ¿para qué necesitamos técnicos en la Argentina?
La gobernadora Vidal se equivocó cuando firmó ese Decreto. Porque sirvió de revulsivo y profundizó la necesidad de los docentes de seguir luchando. Por eso, ante la contundencia del paro de 48 horas y las movilizaciones aprobados, tuvo que volver a convocar a los gremios docentes a una nueva reunión paritaria para el 11/10.
Los docentes tenemos una larga y profunda experiencia de lucha, y María Eugenia Vidal no va a obligarnos a renunciar a ella ni a conseguir el salario que consideramos justo.
Escribe Lidia Braceras
Hoy N° 1738 10/10/2018
