Desde sus primeros meses de gestión el gobierno macrista produjo despidos en la Biblioteca Nacional, impuso un ahogo económico y burocrático –agravado por los tarifazos– sobre espacios culturales independientes, provocando sus clausuras y mermando la asistencia del público dado el empobrecimiento general. En septiembre de 2016, se presentó el proyecto de una Ley Nacional de Mecenazgo, para que empresas privadas financien proyectos artísticos, sacando al Estado dicha responsabilidad y permitiendo que sean los empresarios los que decidan qué producción cultural apoyan. Al cumplirse un año de su gestión, Macri había producido muchos cambios en la conducción de diversos organismos culturales nombrando, con el mismo criterio gerencial de su gabinete, a representantes o gestores culturales de empresas, en su mayoría europeas.
A comienzos de 2017 embistió contra la industria cinematográfica tratando de redireccionar los 1.500 millones de pesos que se recaudaban de las entradas para el Incaa. No se renovaron los contratos al Ballet Nacional Danza para 2018. Despidieron a músicos municipales de 3 de Febrero; lo mismo en la municipalidad de Posadas, Misiones. El CPTI (Consejo Provincial de Teatro Independiente), Proteatro y el INT (Instituto Nacional del Teatro) no ajustaron los subsidios al teatro independiente según la inflación y se recortó a la mitad el magro presupuesto del INT para 2019. El Teatro Argentino de La Plata permanecerá cerrado por reformas este año (reduciendo drásticamente su programación) y sigue gran parte de su personal sin pasar a planta, otro tanto sucede en el Teatro Colón. No se renovaron contratos a cuerpos artísticos de la Unsam. Se está desmantelando el programa de coros y orquestas juveniles del Bicentenario. Situaciones similares se viven en la Comedia de la Pcia. de Bs. As., en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, en los cuerpos artísticos de Bahía Blanca, en bibliotecas y museos de varias provincias. Se quitó el presupuesto a varios medios y programas audiovisuales como canal Encuentro, Fútbol para todos, etc.
Se produjeron despidos en el INTI –donde se ha reprimido con brutalidad– y en el Conicet, y se avanza contra las organizaciones de pueblos originarios, silenciando su cultura y tratando de desplazarlas por otras organizaciones afines al gobierno. En los últimos meses se intentó cerrar 29 profesorados en CABA, están vaciando Télam y la TV Pública, y persiguen a los artistas callejeros acusándolos de causar “ruidos molestos”. La última novedad ha sido la reducción del poder del Ministerio de Cultura al grado de Secretaría, con lo cual, además de los despidos, se recortarán los presupuestos destinados al sector.
Convocatoria
No son muchas las herramientas con que contamos para enfrentar este atropello de Macri a la cultura nacional y popular, especialmente en el caso de los artistas y espacios culturales independientes. No tenemos la huelga, el corte de ruta, la movilización masiva, etc. Por eso nuestro sector es particularmente vulnerable y eso se observa en casi todos los municipios donde, con un agresivo modus operandi (presencia policial numerosa) se clausuran centros culturales y espacios artísticos comunitarios.
Seguimos pensando que las jornadas culturales, tal como realizamos el 20 de junio y el 11 de agosto pueden llegar a ser un gran instrumento para avanzar hacia la visualización de nuestra lucha. En la tercera jornada que proponemos para el 20 de octubre, además de pedirle al público que concurra a los eventos y que saque fotos y las suba al hashtagg #culturacontraelajuste, trataremos de ocupar espacios públicos y movilizarnos en la medida en que se pueda. En un momento en que nuestro pueblo está en las calles, los artistas y trabajadores de la cultura no podemos faltar allí.
Hoy N° 1738 10/10/2018