La Universidad Central de Quito fue caja de resonancia durante tres días de las voces de 1.500 compañeras que, venidas de 16 países latinoamericanos, nos sumamos a las de todas las provincias del Ecuador, para denunciar la situación de nuestros pueblos y de millones de mujeres, y para acordar acciones comunes. En este II Encuentro de Mujeres de América Latina y el Caribe coincidimos delegaciones de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Venezuela, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Haití, México, Canadá y Ecuador.
En la reunión plenaria, en los talleres que discutieron 11 temáticas, en la jornada cultural y en las calles de Quito durante la movilización que se hizo el 28 con la consigna “Alerta que camina la mujer organizada por América Latina”, se entremezclaban, con las banderas de cada país y de las organizaciones presentes, los pañuelos verdes de la campaña por el aborto legal, las pancartas con las denuncias y propuestas. Como dice el periódico En Marcha, del PCML de Ecuador “Las diferencias geográficas se achicaron frente a las luchas comunes”.
La compañera María Rosario, que integraba la delegación argentina, nos decía: “Fue un encuentro antiimperialista, que denunció cómo los gobiernos de cada país vienen haciendo un ajuste fenomenal hacia los trabajadores y el pueblo”. Destacó Rosario que “Nos encontramos mujeres luchadoras que están en distintos procesos”, lo que se expresó en los talleres, que por su masividad se tuvieron que dividir “como se hace en nuestros Encuentros Nacionales, por la cantidad de gente. Hubo tres de trabajo y seis de violencia, por ejemplo”.
Nos contaba María que la delegación argentina fue de las más grandes, con la participación de 107 compañeras de distintos lugares del país. Junto a las compañeras del Partido Comunista Revolucionario y de la JCR, participaron compañeras de la CCC, del Movimiento Evita, del Sindicato de Ladrilleros y de Unidad Popular. “De la Argentina llevamos nuestra experiencia en los distintos sectores, y sobre todo, los encuentros nacionales de mujeres. Porque son 32 años, y muchas compañeras latinoamericanas nos preguntan ¿cómo hicieron para tener esa continuidad? Ahí desarrollamos los pilares de los encuentros, que hemos resumido en siete, algunos de los cuales fueron tomados en la declaración final del Encuentro de Quito”.
La vida de las mujeres en Argentina
María Rosario fue la encargada de leer la declaración de la delegación de la Argentina. Allí, tras enmarcar el contexto mundial de este Segundo Encuentro, con el aumento de los factores de guerra y el creciente enfrentamiento de las principales potencias imperialistas: EEUU, China y Rusia, se plantea que “Los centros imperialistas tratan de descargar la crisis económica mundial sobre los pueblos y países oprimidos y sobre sus propias clases populares.
“En Argentina el gobierno de Macri ha profundizado los males que padecemos y está provocando enormes sufrimientos a la mayoría de nuestro pueblo… La mitad de los niños y niñas son pobres. Este año el índice de pobreza se ubicará en torno al 33%”. Luego de describir los nefastos aspectos de la política de hambre, represión y entrega del ajuste de Macri y el FMI afirma el informe argentino: “La rebeldía popular y multitudinarias movilizaciones, han impedido que el gobierno de Macri profundice aún más la enorme transferencia de recursos hacia los sectores más reconcentrados de la economía…
“En la Argentina ha habido un gigantesco crecimiento de las luchas de las mujeres. El auge del movimiento de mujeres contra la doble opresión, por mujeres y por trabajadoras, en nuestros trabajos y en nuestras vidas ha tenido una gran masividad, llenando las calles y garantizando los 32 Encuentros Nacionales donde volcamos nuestras experiencias de lucha y organización y nuestros sufrimientos.
“Este movimiento también esta nutrido de las batallas de las mujeres contra el hambre, la miseria, la droga, la desocupación y explotación como contra las desigualdades sociales agravadas por la política del actual gobierno…
“Las mujeres somos parte fundamental de las luchas populares y nuestra participación en la batalla por nuestras reivindicaciones nos permitirá avanzar, junto a todo el pueblo, hacia nuestra liberación de la doble opresión, como mujeres y como trabajadoras, que sólo terminará en la medida que se acabe la división de clases en la humanidad”.
El informe de la delegación argentina detalla los avances del movimiento de mujeres en nuestro país, la importancia de los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres que “Nos han enseñado a miles que todas tenemos derecho a ser escuchadas. Participamos mujeres organizadas y mujeres que no; mujeres que estamos en la lucha y otras que no; mujeres a favor del aborto y mujeres que no. Participamos todas, porque el Encuentro es de todas y es justamente eso lo que lo vuelve masivo y habitable para todas las que participan”.
En este recorrido, el informe argentino analiza el movimiento Ni una menos, en el que “Nos volvimos millones, nos hicimos visibles y pusimos en agenda el flagelo que sufrimos las mujeres solo por el hecho de serlo”. La lucha contra las redes de trata que “sólo pueden operar con la complicidad de jueces, políticos y policías. Son las mujeres más pobres las que, por desesperación, son engañadas y esclavizadas. Considerar la prostitución como trabajo legal, favorece la trata y la legalidad de los proxenetas”.
Y finalmente las compañeras contaron del amplio movimiento de masas que se desarrolla en nuestro país por la legalización del aborto, y que es protagonizado “en gran parte por jóvenes mujeres que tomaron el pañuelo verde –símbolo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto-cómo una bandera. Pusimos en discusión que sacar al aborto de la clandestinidad es un problema de Salud Pública, de justicia social y de derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”.
2021 en Brasil
María Rosario nos decía que el último día del Encuentro se aprobó la Declaración Final, de la que reproducimos extractos, y que se acordó que el Tercer Encuentro se realice en el 2021 en Brasil. “Fue una experiencia muy rica. Las compañeras volvieron con ganas de seguir participando, y de fomentar la unidad latinoamericana, porque la única manera de enfrentar a estos enemigos tan poderosos, es uniéndonos”, finalizó Rosario.
Extractos de la declaración de Quito
La declaración final del II Encuentro de Mujeres de América Latina y el Caribe plantea, entre otros párrafos: “concurrimos a este Encuentro con la firme convicción de que nuestras experiencias de lucha, de organización y de presencia creadora en todos los campos y espacios de la sociedad son la base fundamental para implementar acciones y propuestas que nos permitan avanzar en los objetivos que nos unen a las mujeres de América Latina y El Caribe…
“En esta segunda década del siglo XXI nos encontramos luchando por nuestra segunda y definitiva independencia, esta vez de los imperialismos asociados a la burguesía y grupos dominantes de cada país. En varias de nuestras naciones, tras las experiencias de gobiernos pseudo izquierdistas, marcados por la gran corrupción y la no realización de las transformaciones estructurales que necesitamos, han llevado a la aparición de nuevos gobiernos liberales y de derecha.
“Somos conscientes del papel que jugamos en el avance de nuestras sociedades como así también de las consecuencias de la doble y triple opresión y discriminación de la que somos objetos, debido al sistema patriarcal en que vivimos inmersas.
“En este contexto, todas protagonizamos grandes luchas en nuestros países de origen, y en este II Encuentro de Mujeres, hemos intercambiado nuestras experiencias, luchas y la formas en que en cada lugar nos organizamos, aprendiendo unas de otras en un espacio horizontal, democrático, autofinanciado, autoconvocado y con profundo respeto de todas las ideas”.
Hoy N° 1738 10/10/2018