El Consejo de Educación sigue destruyendo la educación. Hoy a la falta de presupuesto para mantenimiento, las reformas curriculares, escuelas funcionando en distintos edificios, circuito administrativo que demora hasta un año el pago de horas o cargos, etc; se les suman persecución judicial a compañeros por luchar. Sumarios administrativos a directivos que no quieran tener obediencia debida. Intervención en el Conservatorio de Música. Sueldos por debajo de la canasta familiar. No pagando en tiempo y forma. Sacándoles a los jubilados un aporte solidario, etc., etc.
Sigue avanzando en destruir a las Dejas (educación de jóvenes y adultos), primero fue el plan Fines, ahora con el SIGO (sistema integral de gestión de oportunidades), planes que ya han demostrado su fracaso al vaciar las aulas de la educación de adultos tanto de alumnos como de contenidos y de asignaturas. Con las últimas reformas que se quieren realizar profundizan está línea y dejan a compañeros sin estabilidad laboral.
Ahora también quieren realizar concursos de ascensos violando toda reglamentación vigente y atentando directamente a la carrera docente y a la estabilidad. También es así en el caso de la titularización en escuelas técnicas, donde se pretende titularizar sin respetar orden de mérito, realizarlo por 36 horas, por cargo, etc.
Queda más que claro que terminamos un año teniendo que planificar la lucha tanto ahora como para el inicio del 2019. Son momentos donde hay que unir y discutir con cada compañero la necesidad de enfrentar este vaciamiento y destrucción de nuestro sistema educativo.
Los niveles de repitencia y abandono, por más que el gobierno los dibuje, siguen siendo altísimos. La perspectiva de futuro de nuestros jóvenes es casi nula. Un país sin educación no tiene futuro, una provincia tampoco. Debemos pelear por una educación que incluya y que integre a todos. Sin dejar de lado la calidad. Y todas las acciones del gobierno van en contra de esto.
Hoy N° 1747 12/12/2018