Nosotros cerramos el año con muy baja producción, en los meses de noviembre y diciembre. Con una devolución de 300 mil toneladas de mercadería, de supermercados que dijeron que no manden los pedidos. Hay varias líneas de producción paradas, y sólo una o dos líneas produciendo. Ahora hay mucha gente de vacaciones, y el resto del personal haciendo mantenimiento. Ahora en enero repuntó un poco, con cuatro o cinco líneas funcionando, y se espera que para mediados de febrero vuelva el grueso de las vacaciones y se pongan en producción la mayoría de las líneas.
La patronal se preparó para la baja de producción. Ya a fines de 2017 abrió un programa de retiros voluntarios, y se fueron bastantes compañeros, pese a que desde la Interna estuvimos en contra de estos “arreglos”. Pero eran compañeros cerca de jubilarse, o que se querían terminar la casa. Ahora, si hay líneas que tienen que producir más, la empresa cubre con horas extras.
Para nosotros, lo fundamental en los últimos meses del año pasado, es que no perdimos lo que teníamos y arrancamos conquistas, en una situación en que la crisis, producto de esta política de Macri, golpea a toda la industria, y en particular a la alimentación. En medio de esto pudimos arrancarle a la empresa recategorizaciones de 37 compañeros zorristas, por arriba de la categoría que tienen en el convenio. El último sector de la fábrica que nos falta para completar las recategorizaciones es el sector de Depósito. Mantuvimos el pago de los días antes y después de Navidad y Año Nuevo que no eran feriados y las cajas navideñas.
Hay que tener en cuenta que en diciembre estábamos en medio de la discusión de paritarias en el gremio, y de los tironeos por el bono de 5.000 pesos que sacó el gobierno por decreto, en cuotas.
Las paritarias cerraron con un 24% en junio, y un 15,5% de aumento en diciembre. Con eso la alimentación llegó al 39,5%, en cuotas. Vamos de vuelta a discusión de paritarias a fines de abril. Siempre cerramos por debajo de la inflación .
La empresa nos quiso conformar con el bono del gobierno, que pagó en dos cuotas. Le pudimos sacar otro de $7.000, con grandes debates porque la patronal argumentaba que con la baja de la producción no podían dar nada, ni aumento salarial ni bono extra.
Parate en las industrias
En nuestra zona se siente mucho la política contra la industria de este gobierno. Enfrente de nuestra planta tenemos a Ford y Volkswagen, con muchos problemas, suspensiones y cierre de turnos. Dentro de la alimentación tenemos varias fábricas en la zona presentando preventivo de crisis, lo que no sale en ningún medio. Por ejemplo Alijor, que el año pasado no venía pagando en fecha la quincena, ahora presentó preventivo de crisis. Cerró Fargo. En Frigor de 170 quedaron 50. Riera, en Pilar. Nevares en Tortuguitas. Lagomarsino, que hace papas fritas para Mc Donalds.
Nosotros pudimos parar los despidos en Planta Pacheco con mucha lucha, con el protagonismo de los compañeros. Pudimos evitar hasta ahora la tercerización de Depósito.
Las compañeras y compañeros expresan un malestar generalizado hacia el gobierno de Macri. Eso no era así antes. Había quejas, pero ahora es generalizado. El ajuste de Macri contra los trabajadores es brutal. Los tarifazos, los aumentos en las prepagas, las cuotas en los colegios de los compañeros que tienen sus chicos en colegios privados, los alimentos, los combustibles, el peaje. Este año muchos compañeros no pudieron ir a ningún lado de vacaciones.
Pero por ahora ese malestar no se expresa en que te digan a quién van a votar. No está claro el panorama en la oposición. Algunos te dicen que con Cristina, a pesar de que robaba, estábamos mejor. El descontento se expresa también entre los empleados administrativos en Mondelez. Algunos dicen, yo voté a este gobierno porque pensé que iba a hacer algo, y hoy no sé a quién votar.
Unidad para la lucha
Nosotros el año pasado pudimos unirnos en la zona para el último paro nacional, a fines de septiembre. Si la CGT hubiese llamado a otro paro para diciembre, esa unidad podía haber crecido. Pero la CGT está como que no reacciona, y eso es un camino de derrota, porque el paro es lo que une a los trabajadores. Porque luchas aisladas hay por todos lados. El gobierno macaneó con un decreto que no iba a haber despidos hasta marzo, y con el bono de $5.000, porque siguieron los despidos, y muchas empresas no dieron el bono. El gobierno hizo esos anuncios en momentos de la reunión del G20, que generó mucha bronca entre los trabajadores, y ahí la CGT amagó con un paro.
En la zona tratamos de unificar distintos sectores, como la CGT Zona Norte, Suteba Tigre, Frigorífico Rioplatense, la Línea 60, los desocupados y jubilados de la CCC, teniendo como faro el proceso de los trabajadores de Astillero Río Santiago.
Ahora estamos viendo cómo unificar acciones. Estamos discutiendo una presentación con distintos sectores, por la emergencia laboral y frenar los despidos y suspensiones.
Nosotros, desde la Lista Celeste y Blanca y desde la Interna venimos metiendo que el gobierno va a intentar hacer pasar la reforma laboral. Esta es una exigencia del FMI, y el ministro de la Producción, Sica, lo quiere hacer por sector, como hicieron con los petroleros. Ahora están apuntando a las automotrices, textiles, metalúrgicos.
En la alimentación no estamos exentos de esto. Arcor ya amenazó con presentar un preventivo de crisis, con el chamuyo de que hay que bajar los costos laborales, porque los obreros somos caros para mantener los puestos de trabajo. Todo mentira, porque ya vimos en petroleros cómo después del acuerdo para reformar el convenio, despidieron entre 2.000 y 3.000 compañeros.
El otro tema que preocupa mucho, en particular para los compañeros más antiguos, es la reforma previsional que pretende hacer este gobierno. Por eso decimos que hay que pelear en cada lugar por la convocatoria a un paro nacional activo, que una a todos los sectores afectados por la política del gobierno de Macri. Para eso contamos con un espíritu de lucha muy grande, como vienen mostrando en Mondelez las compañeras y compañeros.
Hoy N° 1752 30/01/2019
