George Soros es un viejo conocido en el mundo por sus especulaciones financieras, pero también en la Argentina por su participación en IRSA y Cresud junto a Eduardo Elsztain y Marcelo Mindlin, tradicionalmente vinculados al imperialismo ruso. Precaviéndose de la crisis de la convertibilidad menemista, como otros imperialistas, en 1999 Soros retiró sus dólares del país, quedando esas empresas a cargo de sus ex socios. Estos, tras el ascenso de Kirchner al gobierno en 2003 “repartieron” sus negocios, quedándose Elsztain con el área inmobiliaria y pasando Mindlin a operar con el fondo de inversiones Dolphin en el área de las grandes empresas privatizadas, particularmente en electricidad (Transener, Edenor, etc.).
El nombre de George Soros volvió a aparecer como un gran latifundista en la Argentina tras el nombre de Adecoagro en septiembre de 2002, al adquirir a “Pecom Agropecuaria SA” y sus más de 74.000 hectáreas de tierra. Sus nuevos socios eran los ingenieros agrónomos Mariano Bosch, Alan Leland Boyce, Ezequiel Garbers y Walter Marcelo Sánchez, algunos con vínculos anteriores al monopolio imperialista inglés de materias primas Noble Group Ltd., hoy en manos del imperialismo de China.
El mayor salto de Adecoagro se produjo a comienzos de 2007 cuando compró a Pilagá SA con sus 94.000 hectáreas, distribuidas en 6 campos en las provincias de Formosa, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, que incluyen dos molinos arroceros (Mercedes, en Corrientes y San Salvador en Entre Ríos). La mayoría son campos dedicados a la ganadería, pero hay una parte dedicada al cultivo del arroz, con lo que Adecoagro se transformó en el principal productor de arroz del país. Además, con el “Semillero Itá Caabó” en asociación con la alemana BASF, monopoliza la variedad de semilla “Clearfield Rice (IMI)”. Con sus tres molinos (en Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe) alcanzó una capacidad de molienda de 1.100.000 toneladas, con lo que monopoliza prácticamente todo el mercado del grano.
Adecoagro dispone actualmente de unas 340.000 hectáreas en propiedad y más de 60.000 alquiladas en las regiones más productivas de la Argentina, Brasil y Uruguay, y de diversos activos industriales, entre ellos tres plantas de azúcar, etanol y energía, tres molinos de arroz, dos tambos estabulados y diez plantas de acopio y acondicionamiento de granos.
Los cambios en la sociedad
En 2007, una delegación de la empresa Adecoagro participó de las primeras negociaciones en la Bolsa de Nueva York, con la puesta en venta de más de 28 millones de acciones. La misma estuvo compuesta por el cofundador y director de la compañía, Mariano Bosch (Soros Fund Management LLC), y los directivos Charlie Boero Hughes (Noble Group Limited), Emilio Gnecco, Marcelo Sánchez (Noble Group LTD), Mario José Imbrosciano (director de Business Development), Marcelo Vieira (director de operaciones de Azúcar y Etanol) y Hernán Walker (director de relaciones con los inversores).
Posteriormente, el magnate Soros vendió todas sus acciones en Nueva York y, en junio de 2010, Adecoagro se constituyó con sede en Luxemburgo presidida por Abbas Farouq Ahmad Zuaiter (Arab Bank Group), continuando como director CEO Mariano Bosch. Son sus otros directores Alan Leland Boyce (Portfolio Manager del Soros Fund); Andrés Velasco Brañes (Noble Group Ltd.); Daniel González; Dwight Anderson (Noble Group Ltd.); Guillaume Van der Linden (PGGM, fondo de Holanda asociado al grupo chino Gingko); Marcelo Sánchez (Noble Group LTD); Mark Schachter (Credit Suisse); Marcelo Vieira (Soc. Rural Brasilera), y Plínio Musetti (J. P. Morgan).
El directorio actual de Adecoagro a partir del 18 de abril de 2018 muestra que pasó a ocupar su presidencia Plinio Musetti (J. P. Morgan) manteniendo su posición de director CEO Mariano Bosch (Soros Fund) y siendo sus otros diez directores Alan Leland Boyce (Soros Fund), Andrés Velasco Brañes (Noble Group Ltd.), Daniel González (Merrill Lynch), Jim Anderson (Pillsbury Company), Guillaume van der Linden (PGGM de Holanda asociado al grupo chino Gingko), Marcelo Sánchez (Noble Group Ltd.), Mark Schachter (Credit Suisse), Marcelo Vieira (Soc. Rural Brasilera) e Ivo Andrés Sarjanovic (Cargill internacional). Esta última incorporación muestra claramente la vinculación del desarrollo del latifundismo moderno con los monopolios imperialistas que se disputan el dominio de nuestro país.
No está demás volver a recordar lo que escribió al respecto Ernesto Guevara: “El latifundio, ya como forma de explotación primitiva, ya como expresión del monopolio capitalista de la tierra, se conforma a las nuevas condiciones y se alía al imperialismo económico eufemísticamente llamado ‘subdesarrollo’, que da por resultado el bajo salario, el subempleo, el desempleo; el hambre de los pueblos”. (De “Che” Guevara: La revolución cubana, ¿una excepción, 1961).
Hoy N° 1754 13/02/2019