Hace semanas esperábamos el resultado del examen de ADN que probaría con una prueba más, la científica, la autoría de Dávalos como el abusador sexual que no solo violó a una niña en San Pedro, sino que le dejó en su cuerpo la marca de ese ultraje en la gestación forzada. Sabemos que esta historia conmovió a una sociedad que se debatía entre respetar los derechos de esa niña o vulnerarlos una vez más.
Hoy el examen de ADN lo sabemos positivo; y es una prueba más para lograr una condena que queremos ejemplar.
Sabemos a cuanto infierno se sometió a esa pequeña, y con cuanto amor y garra su madre la acompañó, defendió sus derechos, y cómo enfrentó y enfrenta desde aquella fecha en que todo se develó los rumores que la atacan, la juzgan, y la convirtieron a Norma, esa mamá, en una mujer con coraza de acero.
Los rumores mentirosos vienen siendo parte de una maquinaria infernal que ya conocimos tantas veces en San Pedro de Jujuy, que lo único que pretendían era evitar la empatía con esa niña y su madre, y dejarlas solas, más vulnerables ante un Estado y una sociedad que pueden llegar a la crueldad más brutal y extrema con absoluta facilidad y ceguera.
Desde la Casa de la Mujer María Conti abrazamos a esa pequeña y su madre, ya confeccionamos la querella penal para acompañar desde el proceso judicial el pedido de cárcel para el violador y una condena ejemplar que tenga en cuenta no sólo la edad de la pequeña sino toda la extensión del daño. No vamos a conformarnos con una pena mínima de 8 años de cárcel.
También queremos ayudar a reflexionar colectivamente, nuevamente, en la necesidad de que las víctimas no sean juzgadas ni culpabilizadas. Y ponemos en foco especialmente, la pretensión de poner freno tajante a los rumores misóginos que solo pretenden morigerar para la tribuna la responsabilidad del violador, único responsable de la violación en una sociedad que educa en que los cuerpos de las mujeres están a disposición del goce ajeno y son propiedad de los varones.
Desde nuestra institución presenciamos con cuanto amor y cariño madre e hija se entrelazan en palabras, caricias y risas. Y peleamos hoy por lograr recuperar una vida de juego y alegría para esa niña que también se hizo fuerte y hoy sigue incluso soportando el acoso y la intimidación en el barrio por parte de parientes del violador detenido.
Una vez más decimos “las abrazamos con todo nuestro corazón y con toda nuestra lucha”. Exigimos condena ejemplar para Dávalos!
Casa de la Mujer María Conti de San Pedro de Jujuy
