El 23 de agosto de 1927 Nicola Sacco, zapatero, y Bartolomeo Vanzetti, vendedor de pescado, anarquistas de origen italiano, fueron ejecutados por crímenes que no cometieron, tras una farsa judicial que duró siete años. Su “asesinato legal”, como se lo llamó en su tiempo, despertó una inmensa oleada de solidaridad en todo el mundo hacia los obreros, y de odio hacia el Estado imperialista yanqui. Estados Unidos, 40 años después de condenar a muerte a Spies, Ficher, Engel, Parson y Lingg, los “Mártires de Chicago”, volvía a descargar su brutal odio de clase.
Bartolomeo Vanzetti había nacido el 11 de junio de 1888 en Villafalleto, en la región de Piamonte, Italia. En 1908, a los 20 años de edad, emigró a los Estados Unidos en búsqueda de trabajo y mejores condiciones de vida. Si bien su profesión era la de panadero, se vio obligado a buscar empleo en los más variados oficios trabajando en pésimas condiciones laborales. Nicola Sacco había nacido el 23 de abril de 1891 en Torre Maggiore, región de Apuia, Italia. Al igual que Vanzetti emigró a los Estados Unidos en el año 1908. De profesión mecánico, Sacco no pudo desempeñar su oficio y debió trabajar como operario en una fábrica de calzados en Milford, estado de Massachusetts.
Es en los Estados Unidos en donde Vanzetti se define como anarquista y comienza a militar en los sindicatos de esa tendencia adheridos a la Industrial Workers of the World (Trabajadores Industriales del Mundo), “Yo soy y seré hasta el último momento (a menos que descubra mi error) comunista anárquico, porque siento que el comunismo es la forma del contrato social más humana, porque sé que sola- mente en la libertad podría surgir el hombre a su noble y armoniosa integridad”.
Sacco, por su parte, quien se casó y tuvo dos hijos, escribió “Yo me lancé en cuerpo y alma a la pelea; me hice, el organizador de mítines y conferencias… fui dirigido por un ardor y voluntad de acción hacia las agrupaciones libertarias, hasta el día nefasto en que las manos impúdicas de los esbirros me capturaron y me designaron a las represalias del enemigo…”.
Sacco y Vanzetti, en abril de 1920, estaban organizando actividades de denuncia por la muerte del anarquista italiano Andrea Salcedo, quien “cayó” del piso 14° del edificio de la policía en Nueva York. En esos días se produjo un asalto a una fábrica de calzados en el que fueron asesinados el pagador y el guardia. Sacco y Vanzetti fueron detenidos el 5 de mayo de 1920, y acusados de estos crímenes, y de otro asalto, enjuiciados y condenados a muerte.
Hoy N° 1767 22/05/2019
