La lucha incansable de la Corriente Clasista y Combativa, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, de Somos Barrios de Pie, del Frente Popular Darío Santillán y de otras organizaciones sociales, políticas y sindicales, no solo logró en el 2016 la declaración de la Emergencia Social, sino que hoy encontró una respuesta urgente al hambre.
No se puede tapar el sol con la mano, no se puede hacer la vista gorda al aumento brutal de la pobreza y la indigencia. El hambre que denunciaban las organizaciones, explicando que el presupuesto otorgado a comedores escolares y populares es realmente escaso, que no dan abasto porque se multiplican día a día los que no pueden acceder a un plato de comida desde sus casas y que profesionales de la salud que colaboran en ellos registraban desnutrición infantil entre las y los asistentes más pequeñas/os, en las últimas semanas se ha expresado en las estadísticas de los alarmantes informes del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina). Los datos revelan que el hambre creció un 35,8% desde el 2010 hasta ahora, un millón trescientos mil menores de 0 a 17 años pasan hambre, la falta de alimentos necesarios para el desarrollo físico y mental saludable trepó 44%. Cuando se dice que “el hambre no espera” es porque tiene consecuencias concretas e irreversibles.
Previo a las elecciones de octubre el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo) dará sus índices que hablarán de mucha pobreza, pero estarán desactualizados porque el periodo que contemplan es previo a la corrida inflacionaria posterior a las PASO. Los legisladores saben que esta realidad es innegable. Por lo tanto, no solo la oposición en conjunto ha aprobado la ley, sino que el oficialismo ha tenido que hacer a un lado sus dichos hipócritas que niegan la realidad de miseria que se vive en los barrios para dar el sí a una medida que no resuelve el hambre, pero al menos apela a lo más urgente que es la supervivencia. En la sesión especial del jueves pasado (12/9), la Cámara de Diputados dio media sanción a la Emergencia Alimentaria por unanimidad (222 votos afirmativos y una abstención). Esta vez, el Senado la aprobó por unanimidad.
La ley tendría vigencia hasta diciembre del 2022, otorga un aumento del 50% de las partidas presupuestarias actuales destinadas a alimentación y nutrición de comedores comunitarios y escolares, y desde comienzos del próximo año aumentarán cada tres meses, de acuerdo al precio de la canasta básica de alimentos.
La Emergencia Alimenticia, como la Emergencia Social fueron obtenidas gracias a que no se abandonaron nunca las calles porque la realidad interpela a reclamar lo que es justo para todos y no para unos pocos: tierra, techo y trabajo para vivir dignamente en una Argentina que no se venda al mejor postor imperialista, en una Argentina que sea para todos. La lucha continúa en las calles y en las urnas en unidad con el Frente de Todos para derrotar a la política macrista y construir una a favor del pueblo.
Acto en el Congreso
Mientras sesionaba el Senado las organizaciones sociales concentradas sobre la Avenida Entre Ríos, frente al Congreso, realizaron un gran acto donde hablaron sus dirigentes.
Saludó desde el palco Hugo “Cachorro” Godoy de ATE y CTA Autónoma y hablaron Dina Sánchez de Frente Popular Darío Santillán, Norma Morales de Somos Barrios de Pie, Freddy Mariño de la CCC y Esteban “Gringo” Castro de CTEP.
Norma Morales de Somos Barrios de Pie habló de los reclamos a los municipios de la provincia de Buenos Aires para que declaren la Emergencia Alimentaria y señaló que “sabemos que hoy van a aprobar la Emergencia Alimentaria, pero no vamos a parar hasta que declaren la Emergencia en Violencia contra las Mujeres” en relación a los cuatro femicidios del fin de semana.
Freddy Mariño de la Corriente Clasista y Combativa afirmó: “estamos contentos que esta Ley, parida por las organizaciones sociales, hoy sea aprobada. Pero tenemos sentimientos encontrados, primero Ley de Emergencia Social, ahora Ley de Emergencia Alimentaria, en un país que elabora alimentos para 400 millones de personas”. Denunció que el hambre es producto de “las políticas neoliberales del gobierno de Cambiemos que agudizó mucho más la situación que vivíamos por la falta de trabajo, por la precarización a la que nos fueron sometiendo”. Se refirió a la amplia unidad forjada en el Frente de Todos, dijo que trabajaron arduamente “para unir en las urnas lo que se unió en las calles” y explicó que hay que cambiar de política y para eso es necesario cambiar de gobierno, “en la pelea electoral el próximo 27 de octubre vamos a cambiar el gobierno para estar más cerca de esas metas que nos hemos propuesto, para cambiar la calidad de vida de millones”.
Mariño señaló que “seguiremos luchando porque quedan proyectos construidos por nuestras organizaciones como el proyecto de Ley de Emergencia de Género, para que no haya Ni Una Menos, como tampoco Ni Un Pibe Menos por la Droga”.
Propuso además “un Comité de Crisis para que se implemente rápido la Ley de Emergencia Alimentaria y para controlar cómo se invierte peso por peso de esa partida presupuestaria, porque aprobada la ley no podemos esperar que el tiempo pase, porque el hambre de nuestro pueblo es de ayer, no de hoy o de mañana”.
Cerrando el acto Esteban “Gringo” Castro de CTEP describió la situación que se vive en las barriadas, planteó que “vamos a seguir construyendo unidad con los más humildes” y reivindicó el trabajo de las mujeres en los comedores. Se solidarizó con el pueblo chubutense ante la muerte en un accidente de las dos docentes el martes 17. Para terminar dijo que “vamos a luchar por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación”.