A comienzos de 1928 estalló la tercera crisis interna del Partido Comunista, en sus primeros diez años de existencia. Hacia 1922 se había producido una ruptura, con un sector que promovía la fusión con el Partido Socialista. En 1925 se precipitó la crisis con el sector denominado “chispista”, que fundó a comienzos de 1926 el Partido Comunista Obrero.
Luego de la ruptura chispista, se abrió una contradicción profunda dentro del núcleo que dirigía el PC, en particular entre tres de sus máximos dirigentes: Rodolfo Ghioldi, Victorio Codovilla y José Penelón, que derivaría en una nueva crisis, y en la fundación, a comienzos de 1928, de un nuevo partido dirigido por Penelón: el Partido Comunista de la Región Argentina.
Son varios los factores que llevaron a esta nueva división. Se entremezclaron debates políticos, ideológicos y cuestiones personales. En la “crisis Penelón”, como se la denominó, aparece con toda crudeza la intervención de la Tercera Internacional o Comintern y cuestionamientos a la misma en dos aspectos: el papel de los “enviados” de la Internacional a la Argentina, y los debates en Moscú de distintos organismos de la Comintern, en los que se revelan muchas de las contradicciones y disputas que atravesaban en ese momento la dirección de la IC, y del propio Partido Comunista de la URSS.
Otto Vargas, secretario general del PCR fallecido en febrero de este año, analizó en profundidad esta ruptura, en el tomo 2 de El marxismo y la revolución argentina, y lo amplió en sus Conferencias (ciclo de charlas sobre El marxismo… desarrollado en el 2001, recopiladas en un libro).
Vargas afirmó que “La crisis Penelón fue la más importante en la historia del Partido Comunista, hasta que se produjo nuestra ruptura en 1967” (Conferencias). Sobre las cuestiones en debate, Vargas las resume en cuatro puntos: “el trabajo con los obreros extranjeros (organización de los llamados grupos idiomáticos), el trabajo en los barrios pobres; la cuestión de la guerra; el trabajo sindical; y la llamada desviación parlamentaria de Penelón. También se discutieron otros temas de menor importancia, como la posición ante el golpe de Estado en Chile; la división en el Partido Socialista y la valoración del PS; y sobre métodos y estilo de trabajo” (El marxismo y la revolución argentina, tomo 2, pág. 368).
Vamos a repasar en las próximas columnas estas cuestiones en debate, que ayudarán a conocer aspectos de la realidad social, económica y política de nuestro país y las diferentes miradas sobre estos temas.
Hoy N° 1784 25/09/2019
