Esta jornada es parte de los “Viernes para el futuro” que miles de estudiantes vienen llevando adelante en Alemania, Francia, Suecia y otros países a partir de la iniciativa de una joven sueca de 16 años, Greta Thunberg. La masiva convocatoria del 20 de septiembre es parte de una semana de protestas antes de la reunión de la ONU por el clima, que comenzaba en Nueva York el lunes 23.
La Cumbre de Acción Climática 2019 de la ONU que reúne a gobiernos de 60 países, al sector privado, representantes de la sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones internacionales, proclamó ambiciosos objetivos en seis áreas: “una transición global a las energías renovables; infraestructuras y ciudades sostenibles y resistentes; agricultura sostenible y manejo de bosques y océanos; resiliencia y adaptación a los impactos climáticos; y alineación de las finanzas públicas y privadas con una economía neta cero”, dice el comunicado de Naciones Unidas.
El reclamo en las marchas, que se extenderán hasta el 27 de septiembre en más de 150 ciudades, es la falta de medidas por parte de los gobiernos de las principales potencias para frenar el calentamiento global, que está provocando deshielo en las zonas árticas y antárticas, suba del nivel del mar provocando inundaciones en ciudades costeras, desbordes de ríos, cambios en los ciclos de lluvias y sequías, etc.
Este tema viene tomando mayor relevancia, ya que al incumplimiento eterno de los pactos como el Acuerdo de París, para reducir las emisiones de “gases de efecto invernadero”, se suma que los Estados Unidos, con el gobierno de Donald Trump, se han retirado de dicho acuerdo, para no tener que cumplir ni con las formalidades.
“Los océanos se están levantando y nosotros también”, decía la pancarta de un manifestante que vestía uniforme escolar en Melbourne, Australia. En Alemania, donde se han movilizado cerca de un millón y medio de personas, junto a los estudiantes marcharon sectores del movimiento obrero, ambientalistas y partidos políticos. En varias de las marchas alemanas se denunció que el reciente programa ambiental adoptado por el gobierno de Ángela Merkel, si bien salió forzado por la movilización popular y contempla algunos paliativos, deja afuera a los principales responsables de la emisión de CO2, las grandes empresas, compañías de energía y fabricantes de autos.
Hoy N° 1784 25/09/2019