Desde el PTP y el PCR se emprendió este taller, que constó de cuatro encuentros durante los meses de julio y agosto, entendiendo que la palabra oral es una herramienta comunicacional de las más básicas e importantes con las que contamos para interactuar. Usarla de un mejor modo, ayuda tanto en la expresión personal como en la organización colectiva. Por lo tanto, la propuesta del curso fue que la palabra hablada logre motivar y emocionar al público, que los participantes puedan superar el temor oratorio para despertar y mantener el interés en sus discursos.
Durante la entrega de certificados, las y los alumnos expusieron y expresaron la satisfacción de haber logrado el objetivo de adquirir las técnicas de oratoria que incluyen el manejo del cuerpo, de la voz, de las expresiones, de las emociones para transmitir ideas.
Algunas de las reflexiones acerca del taller fueron:
Alejandra: “A sentirme más segura, relajada y poder trasmitir mejor lo que quiero decir frente a todos los compañeros”; Carmen: “Lo que aprendí de oratoria es la forma de hablar en público, poder expresar lo que siento y tener confianza en mí misma”; Liliana: “estoy muy agradecida de que el Partido haya convocado a este curso, aprendí mucho a mejorar cosas que uno hace porque le toca hacer… lo importante que es la actitud, que el cuerpo habla. El profe un genio, que nos valoraba todo! Que uno se debe preparar antes de hablar por respeto a quienes te escuchan, lo del tono del señor que vende verdura con el megáfono en el barrio es un ejemplo que me quedó marcado”.
El curso estuvo a cargo del profesor Martin Ríos, quien expresó que “la comunicación oral es una herramienta fundamental para transmitir ideas, lo importante es que se aprende a superar el temor oratorio y se conecta uno con su lenguaje corporal. Todos tenemos miedos y vicios corporales, el temor oratorio es una emoción muy primaria, muy primitiva. Está presente desde nuestros primeros momentos de vida. Se los conoce como pánico escénico, que tiene como consecuencia inhibir las habilidades comunicacionales. Esta emoción, el miedo, activa automáticamente los pensamientos anticipatorios como hacer el ridículo, quedar como un tonto, olvidarse de lo que queremos trasmitir, mente en blanco, fracasar, timidez. Estas vivencias activan la ansiedad, la angustia y el desamparo que también son inhibidoras”.
¿Quién resuelve el conflicto generado por el pánico escénico? Martín Ríos explica que “el hipotálamo, que activa la lucha o la huida. Lucha o huida. Mecanismos defensivos desde la prehistoria. El problema es que la huida termina siendo el peor escenario porque se reafirman los temores. Estas limitaciones de no sentirse seguros al hablar en público terminan tapando todo el talento que seguro tiene cada persona. Y creo que cada persona tiene un brillo oculto.”