Entre cánticos, baile, glitters y un sinfín de manifestaciones artísticas, las calles porteñas fueron copadas por el orgullo diverso, que ante el ajuste de las políticas de Macri y la persecución policial que mata a nuestros pibes y a las y los trans, le hizo frente al miedo y salió gritando que al closet no se vuelve nunca más.
Entre las principales consignas de la marcha se planteó el cese de los crímenes de odio, exigiendo a su vez: “Con la ESI no se metan”; “Aborto legal, seguro y gratuito”; “El ajuste en salud mata”; “Nueva ley de VIH”, “Basta de genocidio trans/travesti” y “Aplicación efectiva de la ley de Educación Sexual Integral con perspectiva de género, diversidad y no binaria“, “Fuera el FMI”, “Trabajo para todes sin precarización”; entre otros reclamos. A pesar de que el tratamiento de la ley de cupo laboral trans no fue un reclamo central por parte de la marcha, estuvo presente en las calles y en las columnas que exigieron por una inclusión laboral real a este sector poblacional.
Una columna de la JCR y el MUS marchó junto al camión del Movimiento Evita en una jornada llena de música y baile, en la que los jóvenes comunistas revolucionarios levantaron en alto los reclamos por el fin de los travesticidios, el cupo laboral trans, entendiendo que el fin de la homofobia y el avasallamiento a nuestros derechos sólo será posible de la mano de una salida liberadora que termine con este sistema podrido que nos oprime, para lograr de una vez por todas amar y vivir libres en un país liberado.
