La Leonesa es una ciudad lindante con Las Palmas, donde existió hasta mediados de los noventa el Ingenio azucarero que lleva ese mismo nombre; se trata de una comunidad semi rural, ubicada a unos 72 kilómetros del noreste de su capital provincial, Resistencia.
Según nos pone en contexto Simón Álvarez, después del cierre del Ingenio, donde quedaron más de cinco mil empleados de planta en la calle, sus habitantes quedaron dependiendo de los municipios de Las Palmas y de La Leonesa -hoy divididos por una avenida, Vedia, Bermejo. En la actualidad, muchos de los vecinos se sostienen con los pocos pesos de las pensiones, la Asignación por Hijo (AUH), y los planes sociales conseguidos con la lucha dentro de los movimientos de la CCC, FNC y Originarios en Lucha. El trabajo en blanco en la región es casi inexistente, y desde el municipio solamente existe el Programa de Ayuda Municipal (PAM), donde el que más gana recibe 1.500 pesos mensuales en mano.
Alrededor, en las tierras que eran del Ingenio azucarero, avanzan proyectos privados de arroceros, según cuenta. Pero ninguna fábrica asoma por estos tiempos en aquella zona del noreste chaqueño.
“Nosotros nos iniciamos con la CCC en 2011 cuando conocimos al compañero Mártires López, cuando vino la Corriente a pie desde Pampa del Indio. En esa oportunidad “nos sumamos y empe-zamos a arrancar las cosas mediante la lucha. Así fue que empezamos a trabajar con la CCC, y en la actualidad tenemos funcionando la ladrillería, panadería, huertas. También tenemos 18 copeos y 18 comedores en zonas urbanas y rurales. Le damos de comer a mil chicos menores de 18 años”.
Cuenta Simón que este año han hecho marchas a los dos municipios de Las Palmas y de La Leonesa donde arrancaron los cupos quincenales para que los compañeros pudieran trabajar, también consiguieron chapa-cartón. “A su vez conseguimos una ordenanza municipal, antes de que se votara la Ley de Emergencia Alimentaria”, así consiguieron los merenderos.
Ir a la unidad para derrotar a Macri
Cuenta Simón, que cuando fue decidido en la Mesa Nacional de la CCC, y el compañero Rodolfo Schwartz llevó a la zona la consigna unidad para derrotar a Macri, “se convocó a una mesa provincial, inclusive del PTP, con los referentes de la CCC, Originarios en Lucha, FNC, donde se vio la preparación del campo político para ver hacia dónde iba a apuntar, cómo nos íbamos a alinear”. Provincialmente, se acordó ir con Capitanich. “A su vez dimos la pelea para que el compañero Rodolfo pudiera entrar como diputado provincial. Nuestra presencia en todos los actos hizo que pudiéramos ponerlo en el lugar que ahora está”.
En el caso de La Leonesa “cuando hicimos la movilización al Municipio, el intendente dijo ‘yo le voy a dar un espacio a la CCC en mi lista’. Fue una discusión conseguir un puesto con posibilidades, porque se elegían siete lugares. Quedaba yo en el sexto lugar y era muy arriesgado. Hicimos una asamblea, y decidimos aceptar con la condición de que, si no entrábamos, queríamos la Secretaría del Aborigen. Tuvimos que salir a hacer campaña en todo el pueblo a través de la radio, de amigos. Una gran campaña”.
Se ganó: de 7.000 votantes en el padrón, 5.616 votaron para la fórmula Frente de Todos contra 1.765 para Cambiemos. La diferencia fue de 3.851 votos. Por lo tanto, el PTP metía un concejal de los seis participantes en el Frente de Todos, contra uno de Cambiemos. A la luz de todo el trabajo, Simón analiza: “Todo fue difícil, empezando desde arriba, porque nuestro objetivo principal era tener un diputado, en la lista oficial. Ahí hubo un trabajo del conjunto, con un esfuerzo enorme de todos, sin recursos; haciendo fondos con la venta de pollo, venta de empanadas. Por eso tener al compañero Rodolfo en ese lugar de la lista fue un gran logro. Pero nuestro diálogo siempre fue basado en la unidad para derrotar la política de Macri.
Donde había casa de chapita-cartón hoy hay casa de material
“Cuando nosotros empezamos a caminar ahí empezamos a ver la aceptación de la gente; incluso los ‘criollos pobres’ había una aceptación muy buena; y nos daban su palabra de aliento ‘métanle pata; estamos con vos’. Y eso nos ayudó a trabajar con tranquilidad y con la certeza de que era posible llegar”.
Simón analiza “la gente vio nuestro trabajo en nuestro barrio: donde las casas eran de chapita-cartón, de que si llovía se le mojaba todo; donde había techos de todos los colores de nylon, de toalla, una frazada de pared. Pero gracias al movimiento, nosotros cambiamos de ranchito a vivienda, de materiales, con agua, completo con todo lo que una casa necesita. Entonces ahí hay un reco-nocimiento del trabajo del movimiento. Incluso el intendente nos decía ‘muchachos yo les reconozco todo lo que ustedes han conseguido para La Leonesa’.
Para concluir, Simón Álvarez plantea que la primera tarea que se tienen que poner al hombro es trabajar en la recuperación de los cementerios. “Uno de los cementerios está cruzado con un alambre y han sembrado encima. Lo otro que queremos es la titularización de las tierras del Ingenio Las Palmas, para que no avancen los arroceros que dicen que las tierras son de ellos. También queremos gestionar la tramitación de los títulos para vivienda. La otra gran falta es la desatención de los hospitales: no hay medicamentos, los instrumentos dañados, falta de médicos, no hay ambulancia. Pero este reclamo, es provincial, porque hay comunidades más hacia el norte que están completamente abandonadas”, concluye.