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02 de October de 2010

El 6 de enero se realizó un brindis por el 41 aniversario del PCR. Participaron camaradas del Comité Central, comisiones colaboradoras y delegaciones zonales del Partido y la Juventud. El secretario de nuestro Partido, Otto Vargas, analizó la situación internacional y nacional, y nuestras tareas para el año que se inicia.

“Si no se destruye este poder la crisis la va a pagar el pueblo”

Hoy 1249 / Otto Vargas, secretario general del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina

Camaradas:
En primer lugar, en el 41º aniversario del Partido, nuestro homenaje a la larga lista de mártires que cayeron en la lucha antigolpista, en la lucha antidictatorial, en el Argentinazo y en las luchas posteriores. Y nuestro recuerdo para todos los compañeros fallecidos en estos años, miembros del Comité Central, de la Comisión de Control, de Comités regionales, de organismos de base del Partido. A todos ellos nuestro recuerdo, y los llevaremos siempre con nosotros en la lucha hasta la victoria final.

El año de la crisis mundial
Este año 2009 es el año de la crisis mundial. Nos esperan en este año grandes desafíos: en el año, en los próximos meses y en las próximas semanas. Porque la crisis, que ahora llaman el tsunami, que ha sacudido al mundo capitalista en su totalidad, dicen que es la peor en 70 años, desde 1930. Pero es muy superior a la crisis de 1930; y si las consecuencias de aquélla las sufrimos en la Argentina durante más de una década, esta crisis puede tener consecuencias tremendas para nuestro pueblo y nuestra Nación, y desde ya para la clase obrera y los pueblos del mundo.
Esta crisis es el producto de la derrota del proletariado con la caída del  mundo socialista. A diferencia de la crisis del ’30, cuando la sexta parte de la tierra tenía un gobierno de dictadura del proletariado, que hizo su primer plan quinquenal, construyó las bases que transformaron a la URSS en un país industrial, colectivizó el campo y se salvó de la crisis.
Pero hoy no existe eso. Y en este mundo “globalizado” –como dicen ahora los capitalistas y la burguesía mundial, que hablaban del “fin de la historia”–; en este mundo ellos pudieron –con el triunfo total del capitalismo en China– disponer no sólo de un mercado sino de una masa de mano de obra asalariada a la que estrujaron con salarios de hambre y con jornadas de 10 o 12 horas; una mano de obra relativamente calificada de centenares de millones de trabajadores. Usaron eso para transformar a China en la “fábrica del mundo” (China produce más de la mitad de la producción industrial del mundo; no es todo chino, porque están las marcas norteamericanas y de otros países; pero es “made in China”); la transformaron en la fábrica del mundo y luego en la gran prestamista del mundo; y liquidaron la legislación del trabajo en el resto del mundo y todos los derechos conquistados por los obreros durante décadas. Como ha pasado aquí en la Argentina, donde nos impusieron los “contratos basura” y terminaron con todas las leyes laborales. Y reforzaron en China la explotación de la clase obrera, acumulando tasas de ganancia desconocidas en el mundo capitalista: plusvalía absoluta y plusvalía relativa, como decimos los marxistas, porque pudieron utilizar a esa mano de obra con toda su tecnología de avanzada.
Y en este mundo que ellos llaman “globalizado”, como ha dicho nuestro Partido, hay libertad para la circulación de mercancías, pero la mercancía más importante del mundo capitalista, que es la fuerza de trabajo, no puede circular libremente. Hay en Estados Unidos 12 millones de indocumentados sometidos a una explotación feroz: mexicanos, centroamericanos; y africanos y latinoamericanos en Europa superexplotados para todos los trabajos sucios.
Pudieron hacer todo eso, pero, lógicamente, dentro de la dialéctica del capitalismo: esas ganancias no se podían volcar en la producción, en un mundo que según las Naciones Unidas tiene 960 y pico de millones de habitantes que pasan hambre, con más de 1.000 millones que viven con 1 a 2 dólares por día (sólo en China hay más de 300 millones de campesinos que viven con 2 dólares por día). Esas ganancias no podían volcarse a aumentar la producción.
Pudieron hacerlo, en parte, gracias a esas hipotecas basura que tenían en Estados Unidos; gracias a las tasas de interés muy bajas, como en Japón que llegaron a ser del 0%; sobre estas bases pudieron, en cierta medida, aumentar el mercado.
Pero eso es relativo: llegó un momento en que eso se acabó. Una masa enorme de dinero se volcó a la especulación y se produjo esta crisis impresionante.
Y no se sabe dónde va a terminar… Comenzó con las hipotecas basura. Gente en Estados Unidos que no tenía ninguna garantía pudo poner en hipoteca su casa y con eso hacer estudiar al hijo, comprarse un auto, etc. Hasta que eso se terminó. Cayeron los bancos hipotecarios –algunos gigantescos–; después cayeron las aseguradoras. Después aparecieron los derivados; porque los papeles de todas esas hipotecas basura nadie sabía dónde estaban, porque los bancos los usaban para hacer otros negocios.
Y fueron acrecentando el “patrimonio” de los bancos, que son bancos de inversión, y con esos papeles compraban fábricas… El otro día decíamos en la Zona Norte: ¿Quién compró Terrabusi? ¿Quién está detrás de la Kraft? No se sabe. Así  hay un fondo de inversión que es dueño de la General Motors, no se sabe quién es el dueño de Terrabusi. Los compañeros de esa empresa tuvieron una entrevista con el gerente, que les dijo –no sabemos si en broma o en serio, si para ayudarlos o para jorobarlos– que el dueño de Kraft es el HSBC, el Hong Kong Shanghai Banking Corporation, el banco inglés que ahora es predominantemente chino, porque tiene mayoría de capital estatal chino. Puede ser, no se sabe…
El tsunami ha ido arrastrando todo, y no se sabe cómo va a terminar. Ahora se ha creado una nueva burbuja: en vez de huir del dólar, se refugian en el dólar. Claro: huyen de países como el nuestro, y compran dólares. Porque aquí también hay otras manganetas, como en Brasil: los monopolios sacaban préstamos en Japón, con un interés del 0%, y lo metían en Brasil al 20%. El día que vino la crisis empezaron a huir: compraron dólares y bonos del Tesoro norteamericano… Los chinos están temerosos porque son los que más bonos del Tesoro yanqui tienen en el mundo: si eso se cae, nadie sabe qué va a pasar con China.
Y ahora se ha formado una burbuja gigantesca: la de los bonos del Tesoro y el dólar. ¿Y si se produce una crisis monetaria? ¿Si se derrumba el dólar? Eso es posible. Y es como las olas del tsunami: pasó una ola, pero atrás viene otra, y otra. Esta es la realidad de la crisis mundial del capitalismo.

Factores de guerra
Y la crisis está siempre vinculada a la guerra. Los yanquis, que zafaron de la crisis del ’30 recién con la 2ª Guerra Mundial, nunca salieron de ninguna crisis sin guerra. Lo original de esta crisis es que empezó con dos guerras juntas: la de Afganistán y la de Irak. Y ahora tenemos una tercera, que es la masacre genocida que están haciendo los israelíes con el pueblo palestino; y que está haciendo subir el precio del petróleo. Todas estas guerras: Afganistán, Irak, Palestina, tienen un común denominador que es el petróleo. En Afganistán, una empresa que pasa por ser argentina, Bridas, que es rusa, de Bulgheroni, iba a hacer el oleoducto. Triunfaron los yanquis, e hicieron el oleoducto ellos con la Unocal, y ahora el petróleo lo sacan ellos del Golfo Pérsico hacia el Índico. Y después vino la guerra de Irak, y se quedaron con el petróleo de ese país.
El gran problema que está en juego, según dicen todos, en este ataque cobarde y alevoso de Israel contra los palestinos, es poder atraer a los países árabes vendidos por monedas a los yanquis –como Egipto, Arabia Saudita, Qatar– para aislar a Irán, e ir a la guerra contra Irán, guerra que los jefes de los directorios de las grandes petroleras hace ya meses que daban por descontada.
Como decía Jean Jaurés, “el imperialismo trae la guerra como la nube trae la tormenta”. La crisis, de una manera u otra, va a traer la guerra. Las consecuencias son imprevisibles, porque tenemos tres guerras en marcha.
Ahí viene la desilusión de algunos con Obama, que está haciendo un silencio ominoso. En noviembre habló con Shimon Peres y le dijo “¿qué puedo hacer por Israel?”. Ha desplazado a Carter y a los que expresaban a la corriente sionista liberal en Estados Unidos, para poner alrededor suyo a una serie de sionistas fascistas. Ha atacado a Irán y ha dicho (con otras palabras) que “hay que ajustarle las clavijas”.
La situación, entonces, es seria, y las perspectivas son de un agravamiento de la crisis.

La crisis mundial golpea a la Argentina
Y luego tenemos la situación en la Argentina. Aquí creían que iba a haber “desacople”. Algunos publicistas, que pasan por asesores “serios”, terribles bobos a sueldo, como un columnista de un diario argentino que no voy a nombrar, que ha sido invitado y ha participado en reuniones del Comité Central del Partido “Comunista” chino, que decía que la economía china no iba a ser afectada por la crisis.
¡Pero si los principales mercados de China son los Estados Unidos y Europa! ¿Cómo no va a ser afectada? A tal punto va a ser afectada, que ahora, para avanzar en el camino de la restauración capitalista, la dirección del llamado PCCh ha resuelto hacer una “reforma agraria” para terminar con la pequeña propiedad campesina y entregársela a los pooles de soja, etc., como acá, para no depender tanto de las compras de soja y de aceite de soja de países como la Argentina. Así que va a golpear a China y a nosotros. Por suerte la señora Cristina, después de un tiempo, se dio cuenta, y empezó a hablar de la crisis, etc.
¿”Desacople” de Brasil? Brasil y España compran el 60% de nuestras exportaciones automotrices. ¿Cómo se iba a “desacoplar” la economía argentina? ¿De quién son esas empresas automotrices, la General Motors, la Ford, la Chrysler, Volkswagen? ¿Acaso son argentinas?
Esa ilusión se evaporó. Se terminó el “viento de cola”, ahora hay viento de frente: un tsunami, que nos toma sin haber resuelto las consecuencias de la crisis del 2001-2002. Más del 50% de los asalariados de la Argentina trabajan en negro: esos son los primeros que van a la calle, como ya han hecho las grandes empresas, por ejemplo Terrabusi; y después son echados los que tienen contratos basura.
Y la crisis nos toma con una hambruna… Lo dicen ellos mismos, gente del establishment: mueren de desnutrición 8 chicos por día. En la ciudad de Corrientes dicen que hay 4.000 chicos desnutridos. ¿Cuántos habrá en el Chaco? Basta con salir a la calle y ver a los chiquitos trabajando de cartoneros con sus padres. Nos toma con una desocupación impresionante, con una hambruna terrible.
Y nos toma con la crisis del campo, porque para peor vino la seca… “Sobre llovido, mojado”, dicen, pero acá es “sobre jodido, la seca”. Fracasó el trigo. El maíz fracasó. Por lo tanto se sojizó más el campo, y ahora encima la soja corre peligro por la seca. La lechería está destruida; la ganadería también, acorralada por la soja y la política del gobierno. La crisis nos toma sin resolver las consecuencias de la crisis de 2001-2002, y con esta crisis del campo que es pavorosa, aunque los dirigentes agrarios nacionales anden haciendo caritas y pensando en las elecciones. Eso no es lo que dice la gente en las asambleas agrarias que están haciéndose en todo el país, la masa de productores que verdaderamente motorizó la lucha agraria, sobre todo los “fierreros”, los contratistas y los obreros, exigen luchar ya, porque hay hambruna en el campo. Porque como cuenta Titi (aquí presente) que decía un productor en una asamblea: “¿cuántos rurales pudieron llevar un pan dulce a su mesa esta Navidad y Año Nuevo?”
Esta situación, gravísima, ha parado a los pueblos. No la pueden ver a Cristinita: dicen que cuando en un boliche de pueblo aparece en la televisión, enseguida cambian de canal. La odian. Dicen “¡Qué retenciones! ¡Hay que salir a tirarla a…!”.  Eso es lo que viene de abajo, y esa es la realidad con que nos agarra la crisis.

Un gobierno de burguesía intermediaria
¿Qué hace el gobierno ante esto? Bueno, ha lanzado esos planes para comprar autos 0 Km y heladeras. Pero ¿cómo lo han hecho? Nosotros siempre lo dijimos: éste es un gobierno de cuatreros. A tal punto que se ha inventado el verbo “borocotizar”; ya no se dice “andá a dar vuelta el asado”, sino “andá a borocotizar el asado”. Ellos compran todo: compran intendentes, gobernadores, políticos, sindicalistas… Y hacen como los cuatreros, que para arrearse el ganado le tiran un hueso al perro. Le sacan 13.200 millones de pesos al Anses –después le sacaron 4.000 millones más–, y a los jubilados les tiran 200 pesos para fin de año. La Señora cometió el error de decir que eso beneficia con el 30% de sus ingresos a más del 70% de los jubilados. Tiene razón: más de 4 millones de jubilados reciben como máximo 690 pesos, que es más o menos la mitad de un salario de pobreza. Si en vez de hacer ese plan de autos le hubieran aumentado a los jubilados a 1.000 pesos, que viene a ser el 80% del salario mínimo que fijó el gobierno… Y a los desocupados, gracias a todas las luchas que han hecho estos años para recibir el aguinaldo, les dieron 150 pesos; y le tiraron un pequeño aumento a los que tienen un sueldo mínimo.
Y manotearon la plata de las jubilaciones. Haber nacionalizado las AFJP es una medida justa, pero no para hacer caja…
Esto es todo lo que hacen para la crisis. Después está el blanqueo. Los pobres narcotraficantes están desesperados. La mayoría de ellos blanqueaba el dinero en el Citibank y otros bancos yanquis. Hasta hubo en los Estados Unidos una reunión de un importante dirigente guerrillero con gente del Citibank y del Departamento de Estado para ver cómo hacían para que la plata del narcotráfico se lavara en Estados Unidos. Dicen que si no se lavara ahí la banca norteamericana se desplomaría…
Me imagino un narcotraficante angustiado, diciendo “Yo lavaba en el Citibank”; y ahora le han tenido que dar 20.000 millones al Citibank, y quién sabe cuánto más tendrá que darles, para que no quiebre. “¿Dónde lavo ahora el dinero?”. Y entonces sale el gobierno de los Kirchner y dice: “Acá, señores… Pero no le vamos a cobrar el 20% de interés como los otros; sólo les vamos a cobrar del 1 al 8%”. Ahí están todos esos que construyen en Puerto Madero, que tienen las construcciones paradas. Y dicen: “Ahora tenemos la ilusión de que, con el blanqueo, vengan los capitales acá y podamos seguir estas obras”.
Algunos chacareros dicen en las asambleas que el problema ya no es la rentabilidad; el problema es que se van a quedar sin la tierra. Y los que vienen a blanquear a la Argentina ¿dónde van a invertir? Van a invertir en tierras, en departamentos de lujo…
Además, en este gobierno no se puede entender nada sin la droga. Porque a un gobierno que durante un año financió una compañía, la Southern Winds (que hacía el trayecto Talca-Córdoba-Madrid llevando cocaína), que ha transformado a la Argentina en el lugar de salida de casi toda la droga del sur de América hacia Europa y en parte hacia el Pacífico, y que nos ha transformado en un laboratorio de drogas sintéticas, no es extraño que se le ocurra, como una forma de zafar de la crisis, blanquear el dinero a los narcos, y a todos los corruptos del mundo que van a aprovechar eso.
Y lo otro es el aumento de tarifas. Es un lindo regalito que nos hacen a principios de año para que nos vayamos acostumbrando, porque el año va a ser duro…
Esto, compañeros, confirma la caracterización que hemos hecho de este gobierno: un gobierno de burguesía intermediaria, y no de burguesía nacional. Son intermediarios de los monopolios. El otro día Kirchner dijo, jactándose: “Vamos a pagar toda la deuda del 2008, del 2009 y del 2010”. No tienen vergüenza. Los yanquis ocuparon Irak; Sadam Hussein tenía una deuda de más de 50 mil millones de dólares, y los yanquis dijeron “Nosotros no vamos a pagar la deuda de Sadam: es una deuda odiosa”. ¡Y ahora éstos le van a pagar al Club de París, que es la deuda de los barcos que mandó construir la dictadura y de las armas que compró para preparar la guerra con Chile, con una “cometa” de más de 50 millones de dólares! Esa una “deuda odiosa” para nosotros, porque la contrajo la dictadura. Y Kirchner la va a pagar en efectivo, como hicieron con el FMI. ¿Eso lo hace un gobierno de burguesía nacional, o lo hace un gobierno entregado?
Lo mismo el petróleo. Los españoles –no sólo Zapatero, también Felipillo, también el rey– salen a defender a Repsol: “No vamos a permitir que la Lukoil rusa (que es una empresa manejada por la mafia rusa, asociada con un sector de mafia yanqui que tiene el 20%), se adueñe de la joya estratégica de España”. ¡Así que Repsol-YPF es la joya estratégica de España! ¡Y acá éstos se callan la boca! Y no termina Zapatero de decir eso, ¡y Kirchner hace un acuerdo con Lukoil para explotar el petróleo offshore con Enarsa! Y tiene en YPF a ese viejo testaferro del PC y del aparato soviético que lo conocemos de añares, Enrique Eskenazi, que anduvo en la época de la dictadura trabajando en Europa como representante de los búlgaros y de otros países de Europa oriental, un testaferro tan barato que Carlos Corach, que es del mismo palo, cuando era ministro del Interior lo usaba para trabajos “non sanctos” que acá no puedo mencionar porque hay compañeras… Este es el representante en YPF de la “burguesía nacional” argentina…
También, como están en todos los negocios, se quieren quedar con La Serenísima. Porque ésta, que está quebrada y se asoció con Danone, depende de subsidios del Estado. Y entonces quieren que Mastellone venda. ¿A quién? A este gran “burgués nacional”, Eskenazi, que ahora es dueño de cuatro bancos: en San Juan, Santa Cruz, Santa Fe y Entre Ríos.
¿Y la minería, que lo ha hecho enojar a Bonasso? Cristina dictó la ley por imposición de la Barrick, esa compañía que ayudó a construir Bush padre, manejada por la mafia yanqui y donde ahora ha entrado también la mafia rusa, que ha puesto gente en el directorio. La Barrick le da la orden a la presidenta que vete la ley que habían aprobado por unanimidad la Cámara de Diputados y el Senado, y la presidenta la veta. Bonasso pegó la espantada, porque eso ya no lo podía justificar. Es un gobierno entreguista.

Por arriba y por abajo
La situación es peligrosa. Porque es mentira que las reservas del Banco Central son las que dicen: si llegan a la mitad, estemos contentos. No se sabe cómo van a hacer para pagar esos 20.000 millones de dólares de deuda externa que hay que pagar en el 2009. Van a seguir apretando. Van a seguir “haciendo caja”.
Al mismo tiempo, hay muchos intereses encontrados. Tienen una contradicción muy grande con Techint, que ahora quiere el concurso de Transportadora de Gas del Norte, y el gobierno declara que es una trampa de Techint, descontenta porque no la defendieron cuando la nacionalización de Sidor por Chávez. No sería extraño que en marzo tengamos una corrida bancaria, tengan que devaluar y se vaya todo al diablo.
Y es posible que entonces empalme todo eso, con aquello que dicen los jóvenes en las asambleas agrarias: “¡qué retenciones!, hay que luchar para sacarla a la…”. Hay 600 empresas que no han renovado, como hacían todos los años, sus pedidos de gasoil y combustible para marzo. Es decir que están preparando los despidos para marzo.
Y en cuanto a la lucha agraria ¿hasta cuándo la van a parar en esta situación? Esta situación no  aguanta más. Los dirigentes agrarios están en la electoral, pero la masa…

Con la rebelión agraria completamos el boceto
Entonces, para terminar: 2009 va a ser un año de grandes luchas. Vienen grandes luchas y conmociones. Nosotros somos un pueblo con mucha experiencia de lucha. Acá hubo un Cordobazo. Onganía iba a hacer un tiempo económico, un tiempo social y un tiempo político. Acá todos vienen para quedarse. Alfonsín quería hacer el Tercer Movimiento Histórico. Menem se iba a quedar no sé hasta cuánto. Estos decían que se iban a quedar hasta el 2015.
Pero a Onganía el Cordobazo lo tacleó, y lo volteó. Después tuvimos Tucumanazo, Rocazo y Chubutazo con gobiernos populares, doble poder, y culminamos en el ’73, con aquellas grandes movilizaciones de la vuelta de Perón, etc. Después vino la Dictadura.
Y en la época de Menem tuvimos los Jujeñazos, donde nuestro Partido jugó un gran papel. Voltearon a tres gobernadores. Después en el ’93 vino el Santiagueñazo, tuvimos dos Marchas Federales; tuvimos Cutralcazos, Tartagalazos, nuevo Jujeñazo con doble poder y con cortes de ruta en 23 lugares de esa provincia. Hasta que, luego de la huelga de agosto del ’97, lograron desviar la lucha hacia el remanso electoral. De Gennaro lo abrazaba a Chacho Alvarez en el palco de la Marcha Federal  y le decía “Esto lo hicimos para vos, Chacho”. Ganó la Alianza. Pero después vino el Argentinazo del 2001.
Y este año 2008 tuvimos la rebelión agraria, que nos enriqueció el esbozo insurreccional. Porque en esas luchas del Cordobazo hasta el Argentinazo y demás, se bocetó cuál puede ser el camino de aproximación a la revolución en la Argentina. Pero en el 2008, con la rebelión agraria completamos el boceto. Quedó claro que es posible aliar a sectores muy grandes del campo, del interior, a sectores importantes de la burguesía nacional, e incluso de la burguesía agraria. Y que es posible, entonces, esa salida con la que soñamos desde que formamos este Partido hace 41 años.

Destruir este poder y construir otro, obrero y popular
Es posible, y está bocetado. Porque si no se logra destruir este poder, la crisis la va a pagar el pueblo. Si no se logra destruir este poder y construir un poder obrero y popular, la crisis la va a pagar el pueblo.
Porque no es que no hubo luchas en los años ’30. En el ’36 se hizo la gran huelga de la construcción y la huelga general, y se hizo un Porteñazo. Pero la crisis del ’30 la pagaron los de abajo. Y todavía están vivas en la retina de los que éramos chicos las hileras de los desocupados, los “crotos” (hasta un nombre propio adquirieron, porque un gobernador que se llamaba Crotto los autorizó a viajar gratis en los trenes de carga); las hileras de los desocupados buscando un trabajito; los estancieros dejándoles a veces, para que no cuatrerearan, una oveja al costado del alambrado para que pudieran comer… Había hambre.
Entonces, o se destruye este poder y se construye un nuevo poder, o la clase obrera y el pueblo tendrán que pagarlo.
En este momento se hacen asambleas agropecuarias, y De Angeli y otros, dicen que el camino son las elecciones; Duhalde dice que el campo no tiene que salir a la lucha ahora, que el campo tiene que prepararse para ganar las elecciones de octubre del 2009. Pero está la desocupación, las amenazas de despidos. Todas las grandes luchas que ha habido en el 2008, y en estos días la de la General Motors de Rosario, cuya Comisión Interna no firmó este acuerdo de entrega que ha hecho el SMATA nacional. Paraná Metal, con una movilización que conmovió a Villa Constitución la semana pasada. Las grandes luchas petroleras, etc. Los obreros despedidos o en listas de despidos, los chacareros y campesinos acorralados, ¿pueden esperar a octubre del 2009? No, compañeros: hay que luchar ahora.
Nos invitan a sumarnos a lo electoral, invitan a muchos compañeros nuestros a que sean candidatos. Nosotros somos muy agradecidos, y les decimos: se agradece. Pero nosotros estamos en otra. Se han formado varias multisectoriales provinciales: en Formosa, La Pampa, etc. Ellos están en lo electoral, pero acá ahora tenemos que luchar por este problema, por ejemplo en La Pampa, donde hay prácticamente una rebelión de los estatales desde hace ya más de un mes. En Formosa la lucha de los originarios y los campesinos pobres, que es lo nuevo que ha surgido en la política argentina. Los campesinos pobres que tienen que sembrar no pueden esperar, necesitan la semilla ahora. Los obreros que van a ser despedidos tienen que luchar ahora.
La gran tarea nuestra es esa. Nosotros tenemos que explicar a las masas que si no se lucha por otro tipo de poder, no vamos a poder resolver la situación. No lo vamos a resolver metiendo uno o dos diputados. Esa la conoce el pueblo argentino desde 1904. En ese año los obreros metieron por primera vez un diputado, don Alfredo Palacios. Y después metés dos diputados, llegás a meter 10 diputados, dos senadores, un gobernador. Hasta que en 1930 vino el golpe de Estado. Y empezaron a arrimar de vuelta: un diputado, cinco diputados, un senador… Y vino otro golpe en el ’43. ¿Ustedes creen que no va a haber más golpes de Estado? Esa la tenemos conocida, compañeros.
En circunstancias muy particulares –como pasó en España en 1936, o en Bolivia o en Venezuela recientemente– puede ser que una salida electoral permita abrir un cauce revolucionario. En tal caso, nosotros en una situación semejante “no le vamos a hacer asco”. Pero ¿a ustedes les parece que a esos chacareros que ahora piden luchar, a los compañeros de las automotrices que van a quedar suspendidos por miles, les podemos decir “no, lo que tenés que hacer ahora es prepararte para ganar las elecciones de octubre de 2009”? No, compañeros.
Nosotros comenzamos este año 2009 con la alegría de las luchas que están conmoviendo al país. Aunque la prensa no las registre. Y con el hecho de que el año pasado triunfó, allá en el “techo del mundo”, en Nepal, la primera revolución del siglo XXI, dirigida por los maoístas, que voltearon a la monarquía e iniciaron la construcción de una república democrática. Ellos quieren ir al socialismo: la lucha lo dirá. Un camino muy parecido al de la República Española, como dice el compañero Gastiazoro que estuvo por allá.
Y esta lucha heroica del pueblo palestino. Los israelíes tienen 11.000 prisioneros palestinos, incluidos parlamentarios, y rompieron la tregua pactada con Hamas ¡y ahora resulta que los palestinos les tiran cohetes a los israelíes, y por eso hacen esta masacre! Esa lucha heroica del pueblo palestino está conmoviendo las entrañas del mundo árabe y del Medio Oriente.
Tenemos ese optimismo revolucionario. Y creo que nosotros tenemos que apostar a eso. Nuestro brindis de este año tiene que ser para reforzar la conciencia revolucionaria de las masas, y sobre todo reforzar y construir un fuerte Partido Comunista Revolucionario y una fuerte Juventud Comunista Revolucionaria, que tiene que ser avanzada de estas luchas y reserva que garantice que aquello que soñamos hace 41 años, cuando fundamos este Partido, se haga realidad.