El día 13 de diciembre pasado se publicó en el Boletín Oficial que el gobierno aprobaría nuevas medidas para aumentar las retenciones lo cual ya generó debates y posicionamientos. Con este motivo escribo algunas reflexiones y al mismo tiempo hago conocer puntos aprobados en una declaración de Bases Federadas en el mismo sentido.
El verdadero debate es si la producción agropecuaria la van hacer 3000 grandes empresas o cientos de miles de chacareros.
Se acaba de publicar el último Censo Agropecuario, 2018, que nos arrojan cifras estremecedoras donde la desaparición de pequeños productores a manos de la concentración asciende a 80 mil productores, de Censo a Censo, todo eso sucedió con distintas alícuotas de retenciones. Cuando la rentabilidad fue buena nos corrieron los grandes pooles de siembra, cuando esta aflojó nos corrieron las deudas y la escala.
En el libre mercado donde el que más quintales pone se queda con el campo para trabajar, el que más volumen compra consigue mejores precios y el que más volumen vende también mejores condiciones, esta realidad, sumado a la presión tributaria regresiva y a la falta de financiamiento razonables, nos ha ido arrinconando. Hoy llegamos a los extremos donde el total de la producción de soja en la Argentina la hacen 71 mil productores, de ellos tan solo 2000 empresas hacen el 80 % de la producción total, fenomenales procesos de concentración de la producción están trayendo consecuencias impensadas décadas atrás en nuestros pueblos del interior, tales como desocupación, comedores sociales, etc.
Hace falta una decisión política firme para torcer este rumbo. Necesitamos una intervención virtuosa del Estado que frene este proceso. En materia tributaria no hay mayor injusticias que tratar igual a los que son distintos, no se le puede cobrar el mismo porcentaje de retención a una empresa que trabaja 40.000 hectáreas que a un productor de 70 hectáreas. Esta es una de las causa del proceso que describíamos anteriormente. Tranquilamente el gobierno le podría exigir un esfuerzo mayor a las 2000 empresas y liberar de este tributo a los pequeños y medianos productores, promoviendo este tipo de explotaciones. Es por ello que decimos que las retenciones deben ser segmentadas.
En materia de tierra, necesitamos una ley de arrendamiento rural que le ponga freno a la especulación rentística y ponga límite a la cantidad de tierra que se puedan arrendar. En materia de financiamiento necesitamos créditos blandos para poder seguir en actividad y poder diversificar la producción. Estas y otras medidas necesitamos que implemente el nuevo gobierno para revertir este proceso de concentración, de lo contrario, será más de lo mismo.
En el Documento recientemente aprobado por Bases Federadas que agrupa a la oposición a la actual conducción de Federación Agraria Argentina sobre el mismo tema y con el título “No todo el campo es lo mismo” se finaliza diciendo:
Vamos a insistir con lo que venimos pidiendo gobierno tras gobierno:
- Necesitamos políticas públicas que nos trate diferente a quienes somos diferentes.
- Necesitamos un sistema tributario que recoja el principio de progresivo.
- Necesitamos segmentación de retenciones, progresividad real en el impuesto a las ganancias y bienes personales.
- Necesitamos una nueva Ley de Arrendamientos, límite a los monopolios en materia de semillas.
- Necesitamos de una Banca Pública protagonista del crédito Orientado, Dirigido y Supervisado.
- Necesitamos de un Estado Presente en beneficio del bienestar general, encabezando en la lucha contra el hambre y también contra el desarraigo, la concentración y la expulsión de chacareros.
Escribe Pablo Paillole
Hoy N° 1796 18/12/2019