No cabe más que sumarse, primero a la declaración del SEA (Sociedad de Escritores y Escritoras de Argentina), de denuncia y condena al estado de Israel por su política terrorista y genocida en Gaza, apañado por otro imperialismo, EEUU, y más aún la respuesta del dirigente de la SEA, Víctor Redondo al "intelectual progresista" Mario Gologoff, quien acusó a la declaración de dicha asociación de "maltrato y abuso del lenguaje".
Este señor, por lo visto, ¿le otorga más entidad al lenguaje, al habla, que a la misma vida humana? Y para quien, lo que infiero, ¿no es condenable que la tortura sea un arma legal en el estado hebreo?
¿Qué judío progresista, como se autodefine M. G., puede soslayar que la política de Israel, a esta altura, no responde a la autodefensa ni a su supervivencia, siendo el 5º ejército del mundo, sino abiertamente es anexionista-imperialista y recurre a los métodos más despreciables para quedarse con todo el territorio palestino?
Mis experiencias ya en el año 1962, cuando visité Israel, me lo confirmaron y por cuestiones de espacio, no me extiendo.
Lo preocupante es que a estos porteros de la lengua, como Mario Gologoff, los desvela una frase y no las matanzas de los nuevos Herodes del siglo 21 (la población de Gaza es en un 70% menores de 18 años); y muestran la hilacha de un trapo sucio, "políticamente correcto" que quieren hacerlo pasar por seda, y como él, algunos intelectuales se prestan (léase Carta Abierta).
Por ello, aplaudo la inteligente respuesta de Víctor Redondo.
02 de October de 2010