Graciela cuenta que en Misiones alarma la cantidad de gente que quedó sin trabajo con la pandemia y que realmente la está pasando muy mal. “Entonces, las organizaciones unidas, principalmente la CCC, venimos empujando los comités de crisis barriales. Primero, largamos el Comité de Crisis provincial, luego municipal. Desde las organizaciones empujamos los comités barriales, y desde ahí se unió para detectar las necesidades. Se juntaron las comisiones vecinales, iglesias evangélicas, la iglesia católica. Se empezó a trabajar de lleno en esta lucha contra el hambre”.
Cuenta la compañera que solamente en la CCC había 70 merenderos y hoy hay más de 200. “Todo a pulmón, porque si bien nosotros hemos declarado la emergencia alimentaria, gracias a la lucha de las organizaciones, y el gobierno está poniendo recursos, no llegan ni a la mitad de la población que está vulnerada. Eso cubre un 30 o un 40% de la demanda que tiene el pueblo misionero”. Las compañeras, para poder resolver la situación de hambre van con notas a los supermercados, al carnicero, así van consiguiendo donaciones semanales.
En este contexto, “el propio Rovira saca su beneplácito, nombrando a la CCC y al PCR como ejemplo de ponerse en la lucha contra el hambre. Esto muestra que no somos invisibles. Porque cuando arrancó esto, fuimos a todos lados, nos pusimos a disposición, de ahí hemos sacado un convenio de costura en el que 50 compañeras están haciendo 30 mil barbijos para los hospitales. Esas mujeres están cobrando 10 mil pesos”.
También la lucha contra el dengue
Cuenta Graciela: “Le habíamos pedido al gobierno provincial que pusiera insumos para que trabajen los compañeros de los salarios complementarios que no son población de riesgo, y salimos con la convocatoria ‘el barrio cuida el barrio’, a hacer limpieza. Acá tenemos un drama con el dengue, que hace mucho que está en Misiones. Andresito y San Antonio fueron los lugares donde más problemas con el dengue hubo. En San Isidro, San Lorenzo, en Posadas, hay innumerables casos. Hay 8 mil casos según los números oficiales, pero en realidad esa cifra hay que multiplicarla por tres, porque tanto en los hospitales como en los CAP, como está el problema del coronavirus, les dan el paracetamol, los mandan a la casa y se curan solos. Se conocen los más graves, los que hay que hospitalizar. La CCC optó por comprar medidores de temperatura para ayudar en algunas zonas que están muy infectadas”.
El crecimiento de la CCC
“Desde la Corriente y desde el Partido venimos trabajando el tema de la violencia doméstica, algo que es terrible trabajar en este momento de la pandemia. Porque la compañera está dentro de su casa con el violento, y realmente no encuentra los canales para resolver su situación. Está la línea 137 y otras para charlar sobre la situación en que vive la mujer, pero no hay un sistema para resolver en el momento. Cuando la mujer golpeada llamó, pasó una hora, el golpeador la pudo convencer de que no lo denuncie, vas, atiende y él te dice: acá no pasó nada. Y la mujer está toda golpeada.
“Desde la CCC tratamos de acompañar, le decimos ‘no estás sola’, tenemos contacto con todos los barrios, no importa si la vecina golpeada es o no es del movimiento, no hay banderas. Hoy encontramos que hay muchas más denuncias, nos llaman a las compañeras de la organización. Por eso estamos presentando un proyecto de capacitación para que las compañeras se capaciten en el abordaje de la violencia.
“Todo este proceso de crecimiento que tuvo la CCC en Misiones está enormemente avanzado, y nuestra línea adonde vamos contagia, porque incluso compañeras de otras organizaciones nos señalan cómo la mujeres de la CCC discutimos, participamos y somos protagonistas. Antes estábamos en Oberá y Posadas, hoy estamos en 30 parajes, en 26 municipios, estamos en la chacra, estamos en el campo, estamos en originarios, en desocupados, y somos una fuerza se hizo de un gran prestigio en Misiones”, finalizó.
Hoy N° 1819 17/06/2020
