Con enorme alegría el pueblo festejó en las calles la dura derrota de Mauricio Macri en las elecciones primarias del 11 de agosto del 2019. Castigó cuatro años de hambre, desocupación, cierre de fábricas, crisis económica y timba financiera.
Fueron cuatro años en los que el pueblo se unió en las calles y en el reclamo de la unidad para acabar, también en las urnas, con esa política reaccionaria y antinacional.
Cuatro años en los que el protagonismo del pueblo impuso su sello a la política, con grandes luchas obreras, campesinas, de las mujeres y la juventud, de los trabajadores de la cultura y la defensa de las Pymes y la industria nacional. Los más castigados por la política macrista, desocupados y precarizados, encabezaron grandes luchas y forjaron la unidad de la CCC, la CTEP con el Movimiento Evita, y Somos Barrios de Pie en los Cayetanos. El PCR y el PTP trabajaron para esa unidad en las calles y en las urnas.
Respondiendo a esos reclamos populares, 19 partidos con personería, con el apoyo de otras fuerzas políticas y numerosas organizaciones sindicales y sociales nos unimos en el Frente de Todos: el Frente de Todos, la gran herramienta política para el triunfo en las elecciones primarias, con la fórmula presidencial Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner, derrotando ampliamente al frente Juntos por el Cambio (ex Cambiemos) encabezado por Mauricio Macri – Miguel Pichetto. El Frente de Todos ganó en 21 de las 23 provincias, derrotando por más de 2 millones de votos a Juntos por el Cambio.
Cambió el gobierno, lo que creó mejores condiciones para afrontar la crisis social y política, y hoy para abordar la crisis sanitaria que nos castiga. ¿Cómo sería si hubiera ganado Macri? La Argentina sería como Brasil con Bolsonaro.
Derrotado en las calles y las urnas Macri sigue activo, burlándose de la lucha contra la crisis sanitaria y social. Y los monopolios imperialistas y la oligarquía latifundista siguen teniendo las palancas del poder.
La unidad del pueblo en las calles, en las condiciones que impone la Pandemia, y la unidad social y política para enfrentar a la minoría dominante, siguen siendo el camino para acumular fuerzas que den vuelta el viento. Creando las condiciones en las que se completen las tareas que dejó inconclusa la Revolución de Mayo de 1810 y de Julio de 1816: Ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo. Con una revolución en la que el pueblo decida qué se produce, cómo se produce y cómo se distribuye lo que se produce.
Partido Comunista Revolucionario
Partido del Trabajo y del Pueblo