Poder y revolución
Toda nuestra lucha, económica, política e ideológica tiene como objetivo estratégico la Revolución democrática-popular, agraria y antiimperialista que queremos que marche ininterrumpidamente al socialismo. La lucha política es la que apunta a la conquista del poder político, y a la destrucción del viejo poder oligárquico-imperialista. Esta es la llave para poder realizar las transformaciones revolucionarias que aspiramos.
Para las fuerzas reformistas la lucha política se reduce a la lucha electoral y parlamentaria y deben protagonizarla “los políticos”; la lucha reivindicativa queda para los sindicatos y la violencia para los grupos especializados.
Nosotros afirmamos que todas las formas de lucha deben ser protagonizadas por las masas obreras y populares y, así, acumular fuerzas para el camino de la Revolución, organizando el Partido al calor de la lucha y construyendo el frente único.
Secretario de célula
El secretario de célula debe ayudar a que cada uno de los miembros del organismo haga algo de acuerdo a sus posibilidades. Debe apoyarse en lo mejor de cada uno. No debe hacer nunca como el cura de aldea que barre, fabrica el vino y la ostia, toca la campana y da la misa.
Enseñanzas del Argentinazo
¿Por qué el Argentinazo fue sólo una rebelión y no pudo transformarse en una revolución? Dijimos en su momento: porque no tuvo un centro coordinador; porque no pudo incorporar a un sector de las Fuerzas Armadas; porque el Partido (el PCR), era débil; y, principalmente, porque la clase obrera organizada no pudo estar a su vanguardia. ¿Qué lección sacamos de esto? Entre otras: el Partido debe dirigir los lugares fundamentales de concentración del proletariado, lo que obliga, en cada zona, a definir el lugar proletario de concentración que puede ser el centro político de una nueva rebelión popular.
Hoy N° 1831 09/09/2020