Desde marzo se fueron reuniendo y contactando diversas salas teatrales independientes de la Provincia de Buenos Aires y se organizó una red para iniciar los reclamos ante el abrupto cierre al que se vieron obligadas. Esto a su vez trajo aparejado un vacío de trabajo, tanto de talleres como de funciones, que son parte del alimento que las mantiene abiertas. El otro gran alimento es la pasión que ponen los teatristas en ellas. Se reunieron fotos de todos los lugares para armar un video que ya está en circulación por las redes donde se ve reflejado la tristeza que nos embarga a todas y todos, pero también se ve reflejado el esmero con que son cuidadas y mantenidas esas salas hoy cerradas.
Las salas independientes nuclean a más de 1.000 trabajadoras y trabajadores de forma permanente. Albergan la circulación de más de 85.000 artistas. Realizan más de 10.000 funciones al año. Convocan a más de 300.000 espectadores que, en su mayoría, no tienen otras opciones a su alcance. Según datos del Primer Censo Provincial de Salas Independientes cada teatro tiene un gasto promedio mensual de $80.000, hoy adeudados por seis meses, (datos de fin de agosto) dando como resultado un nivel de endeudamiento que ronda los $480.000 por espacio. Durante septiembre y octubre se han sumado unas 15 salas más y ahora son cerca de 115 las censadas.
Con mucha disciplina y democráticamente se reúnen todas las semanas en asamblea general y funcionan en distintas comisiones. La de habilitaciones, que está preparando un proyecto de ley para requerir que los municipios tengan el rubro de “Espacio cultural independiente” en su nomenclador para que puedan ser habilitadas. La comisión de comunicación, que maneja los contactos con los funcionarios de Cultura de la nación y de la provincia que ya la han reconocido como red. La comisión de emergencia que atiende a las salas que están en peligro de cierre. La de re-regionalización, que lucha por recuperar las 15 zonas que tenía el Consejo Provincial del Teatro Independiente (CPTI) y que la exgobernadora Vidal redujo a 8. Y la comisión “de la esperanza”, que está empezando a armar un proyecto de giras (financiadas por el Estado provincial), para que los grupos teatrales recorran el interior de la provincia cuando esté controlada la pandemia.
Hasta el momento se han creado diversos planes de ayuda estatal (subsidios para salas y artistas). A nivel nacional hasta el momento se han invertido 3.000 millones de pesos y a nivel provincial 800 millones. Por supuesto que no llega a cubrir la totalidad de los gastos, dada la devastación dejada por el macrismo, y por otra parte la burocracia estatal exige muchos trámites, lo que demora las entregas del dinero. No obstante, muy de a poco está llegando un cierto alivio, pero se sigue luchando por declarar el “Estado de emergencia cultural” en la provincia.
Paralelamente, los teatristas bonaerenses se han puesto al servicio de los más castigados y han armado ollas populares dentro de algunos teatros o los usan como centro de almacenamiento de mercadería, o hacen obras de teatro virtuales para difundirlas en las redes pidiendo colaboración para los comedores y merenderos. Todo lo hacen con un entusiasmo que emociona.
El día en que la policía bonaerense armada rodeó la Quinta de Olivos, la asamblea se dedicó casi por entero a la elaboración de un comunicado de repudio unánime que, por su dureza, tuvo gran repercusión y adhesiones. Es decir que están luchando por sus propias necesidades sin separarlas de las necesidades del pueblo al que pertenecen, tanto en lo alimentario y sanitario, como en la defensa de la democracia. También se han creado redes en otras provincias y desde la nuestra hemos convocado para una reunión nacional que se realizó el 12 de octubre, quedando conformada la “Red de redes”, es decir una Red Nacional de Salas de Teatro Independientes, un logro histórico (jamás existió algo así). Ahora la lucha será para fortalecerla y sostenerla en el tiempo, una tarea difícil, en la que tenemos que estar presentes.
Corresponsal
Hoy N°1838 28/10/2020