Las cifras de la última encuesta del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) muestran con crudeza cómo se profundizó con la pandemia la crisis que dejó el macrismo.
El informe, que abarca los meses de julio a octubre y se hace relevando algunos de los principales centros urbanos, indica que la pobreza llegó al 44,2% de la población, y al 64,1% en los menores de 18 años. Un año atrás, esos indicadores eran de 40,8% y 59,5% respectivamente.
La UCA consigna también que si no hubieran existido las medidas de asistencia por parte del gobierno nacional (IFE, AUH, Tarjeta Alimentar, entre otras), la pobreza sería del 53,1%. Y la tasa de indigencia sería de 27,9%. La UCA no considera los planes de asistencia a empresas como el ATP, con lo que es fácil deducir que la cifra sería aún mayor.
Sabemos, porque venimos sosteniendo la lucha contra la pandemia y el hambre, que estas cifras promedio son aún mayores en muchos lugares de nuestra patria.
Frente a esta realidad que duele, el macrismo y los sectores reaccionarios que lo sostienen empujan un camino de mayor ajuste y devaluación. Se equivoca el gobierno si sigue este camino, que sólo traerá mayores sufrimientos para el pueblo.
Seguiremos al frente de la lucha por las urgencias populares, y en estos días cuando se aproximan las fiestas de fin de año, reclamaremos en todo el país por una Navidad sin hambre en los hogares populares.
Y para eso hay que hacerle pagar esta crisis a los que se la llevaron en pala con el macrismo, destinando esos fondos a atender la emergencia sanitaria, económica y social, aumentando el monto de planes sociales, salarios y jubilaciones, reactivando el mercado interno y concretando proyectos como la Ley de Tierra, Techo y Trabajo. Es necesario y lo haremos posible.
Hoy N° 1844 09/12/2020