El 18 de octubre de 2019 marcó un antes y un después en la historia de Chile. Desde entonces, y hasta hoy, la movilización popular no se detuvo. Millones fueron protagonistas de una larga lucha exigiendo una dignidad que fue arrebatada a punta de fusil. “No son 30 pesos, son 30 años”, fue la consigna levantada ese octubre ante el aumento del boleto del transporte, a la que se sumaron luego las exigencias por el derecho a la salud, la educación, salarios y jubilaciones justos, etc. El “verdadero oasis frente a una América Latina convulsionada”, como Piñera calificó a Chile días antes del inicio del estallido, no existe más.
El gobierno no dudó en declararle la guerra al pueblo. Asesinatos, torturas, violaciones y mutilaciones fue la respuesta de Piñera para acallar las voces que se alzaban por todo Chile. Pero a pesar de esto, la lucha no se detuvo. Nada volverá a ser igual, Chile cambió para siempre.
Luego, desde marzo de 2020, la pandemia del covid 19, que puso en evidencia la profunda desigualdad social, pausó las movilizaciones masivas, pero las protestas no cesaron. Ante la emergencia sanitaria, las ollas populares y otras iniciativas solidarias se pusieron en marcha rápidamente. Las formas organizativas que se fueron construyendo en los días de la revuelta sirvieron para hacerle frente a la emergencia sanitaria y continuar la lucha.
Así, el pueblo chileno, que ya había conquistado en las calles y en las urnas la realización de una Asamblea Constituyente para barrer la Constitución de la dictadura de Pinochet, le arrancó al gobierno algunas tibias medidas orientadas a mejorar las pensiones, aumentar el ingreso mínimo y frenar la suba de los servicios.
Elecciones a la Convención Constituyente
Ahora se presenta un nuevo desafío, que será imponer en las elecciones del 11 de abril próximo los representantes populares a la Convención que redactará una nueva Constitución. Ese día también se votará por nuevos concejales, alcaldes y gobernadores, y en noviembre, por el futuro presidente.
En esa dirección, el 11 de enero pasado el Frente Amplio, Revolución Democrática, Partido Igualdad, Partido Comunes, PC, organizaciones sociales integrantes de la Mesa de Unidad Social, e independientes, presentaron la inscripción formal del frente “Apruebo Dignidad”, para competir en las elecciones constituyentes.
Catalina Pérez, del Partido Revolución Democrática sintetizó los objetivos de este frente: “Nació para luchar por la dignidad de nuestra gente, para que nunca más en Chile los privilegios de algunos le arrebaten los derechos a las mayorías. Nos ha costado caro: decenas de personas asesinadas, centenares de ojos que fueron mutilados por agentes del Estado y millones de personas que dejaron y que aún siguen dejando todo en las calles, manteniendo viva la esperanza. Hoy, seguimos dando la pelea para que nada de esto sea en vano”.
La Convención contará además con escaños reservados para pueblos indígenas. Resultarán elegidos los candidatos más votados de manera individual, sin listas. Siete asientos son para representantes del pueblo mapuche, dos para el aimara y uno, respectivamente, para los rapa nui, quechuas, atacameños, diaguitas, collas, changos y yaganes.
Alejandra Parra Muñoz, candidata por el pueblo mapuche, dijo “tenemos muy pocos derechos garantizados en la Constitución vigente. Por ejemplo, es la única en el mundo que permite que el agua sea privatizada”. Una de las propuestas que presentará su candidatura será que el agua sea reconocida como un derecho humano. “En nuestra región tenemos un gran problema con el agua, hay cientos de familias que no tienen acceso, mientras se derrocha agua en plantaciones forestales y en muchos casos se contamina”.
La Araucanía es una región marcada por conflictos socioambientales y un lugar en el que históricamente viven comunidades originarias. “Tenemos problemas con proyectos de generación de electricidad a través de presas o hidroeléctricas que irrumpen en el territorio sin consultar y sin la participación de las poblaciones indígenas que viven ahí”, agrega Alejandra Parra.
Por todo ello, una de las discusiones que estarán presentes en la Convención Constitucional es si Chile se declara como un Estado Plurinacional con la garantía de preservar los derechos políticos y colectivos de los pueblos originarios, incluida la posibilidad de su autodeterminación.
A lo largo de este proceso, el pueblo chileno va acumulando experiencia y se dispone a avanzar hacia formas superiores de lucha y de organización. Este avance imparable, junto a la derrota electoral de los golpistas en Bolivia el año pasado, fortalece y estimula el combate en nuestro país y en toda América Latina. Por eso hacemos llegar desde aquí un abrazo fraternal y toda nuestra solidaridad a nuestros hermanos chilenos en lucha.
Hoy N° 1851 10/02/2021