Desde el 8/2 los docentes de la CABA volvimos a las escuelas. Pese a los anuncios en televisión no había una sola medida sanitaria garantizada. Directores/as que no tenían ninguna directiva oficial, ni los materiales que supuestamente iban a llegar. Presiones de supervisores/as por poner a la mayor cantidad posible de chicos/as en cada aula, sin tener la distancia mínima en consideración.
Así pasó la primera semana de nuestra vuelta, asambleas y reuniones para ver cómo nos cuidábamos a nosotros y a chicos y chicas cuando, el gobierno de la CABA no nos da las condiciones. Sólo un ejemplo, hicieron volver al trabajo a docentes de más de 60 años. Luego recuperaron su derecho a la licencia gracias a una presentación de UTE-Ctera. Pero medidas así generalizan el sentimiento de indefensión y soledad, y fueron varias.
Obviamente fueron apareciendo los primeros casos entre docentes durante la segunda semana (40 hasta ahora). Con ellos vinieron también las presiones para seguir abriendo sin hacer un relevamiento correcto de los contactos. Al mismo tiempo fueron apareciendo algunos materiales, el personal de portería fue poniendo cierta señalización y alcohol en gel… sin opinión alguna de personal de salud, sólo con la de directores/as o supervisores/as.
Para una vuelta segura es necesario poner a los docentes en el listado de vacunación, dando una perspectiva de cuando se terminarán las incertidumbres, como ocurre en otras jurisdicciones. También exigir que directivos/as y supervisores/as se pongan a trabajar con sus docentes y cooperadores/as en adecuaciones realistas del protocolo, dado que son muy pocas las escuelas que pueden garantizar esas cuatro horas diarias. Personal del Ministerio de Salud tiene que dar una mirada epidemiológica sobre cada institución educativa, se necesita una mirada técnica que el gobierno escatima, no por casualidad. Esa mirada debe incluir cómo viajan docentes y estudiantes.
El anuncio de la ministra sólo busca dividirnos “vuelven todos, todos los días, mínimo cuatro horas por día”. Pretende que las familias reclamen esas cuatro horas diarias. No lo consigue porque las familias son mucho más conscientes de la situación de lo que ella cree. El 22/2 comenzará primaria en forma completa, el 1/3 lo hará la secundaria. En estas condiciones; con presiones, idas y vueltas por parte de Acuña. Sin tiempo para construir una adecuación del protocolo a la realidad de cada escuela y su comunidad, los casos se multiplicarán. Hacemos directamente responsable a la ministra Acuña de cada presión, y seguiremos organizando la resistencia a su gestión nefasta.
Corresponsal
Hoy N° 1853 24/02/2021