El fiscal general de Turquía presentó el 18 de marzo un pedido ante el Tribunal Constitucional para ilegalizar al principal partido democrático del país, que es el tercero en escaños del Parlamento. Pidió también prohibir la actividad política de por vida a más de 687 dirigentes del Partido.
El HDP obtuvo 6 millones de votos en 2018. En los últimos años miles de miembros del Partido, que incluye entre otros gran cantidad de integrantes kurdos han sido encarcelados y decenas de alcaldías logradas en las elecciones municipales del 2019 han sido intervenidas por el Ministerio del Interior.
La acusación es que los miembros del HDP mediante sus “acciones y declaraciones” tienen como objetivo romper “la indisoluble unidad del Estado y la Nación”. Esta prohibición de las actividades políticas busca impedir que formen un nuevo partido.
La acusación llega tras varias semanas de crecientes ataques verbales contra el HDP por parte de Erdogan y del Partido de Acción Nacionalista, de extrema derecha, acusando al HDP de ser la cara política del PKK.
El Tribunal Constitucional ha ilegalizado 25 formaciones políticas desde 1963, la mayoría de ellas de izquierda. Ahora en la acusación se mencionan los llamados “incidentes de Kobane”, una serie de violentas protestas contra la decisión del gobierno turco de no ayudar a la ciudad kurdo siria de Kobane cuando estaba sitiada por el Estado Islámico. Estas mismas acusaciones las lleva adelante otro Tribunal que ha pedido al Parlamento que retire la inmunidad a 9 de los 55 diputados del HDP.
Irónicamente la Fiscalía dice que su pedido se ajusta a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que aceptó la ilegalización del partido vasco Batasuna en 2003.
Este pedido culmina la represión que se viene ejerciendo contra los miembros del HDP. Horas antes, la mesa del Parlamento retiró la inmunidad y su escaño a Omer Faruk Gergerlioglu, médico y activista de derechos humanos, elegido en 2018 y defensor, entre otros, de los represaliados tras el supuesto intento de golpe de Estado de 2016. En febrero un Tribunal confirmó una vieja condena de cárcel contra él por haber compartido en Twiter una nota sobre un llamamiento del PKK a negociar. Gergerlioglu rechazó la expulsión por ser el representante de los 90.000 votantes que le dieron su apoyo, y fue detenido el 2 de abril por las fuerzas represivas del régimen. Gergerlioğlu experimentó dolores en el pecho y fue hospitalizado. Su familia y abogados no fueron informados sobre a qué hospital lo llevaron.
Desde el 2016 miles de miembros del HDP han sido perseguidos y encarcelados acusados de “terrorismo”. Entre ellos los ex presidentes del Partido, Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag y otros 8 diputados
Demirtas enfrenta una sentencia de hasta 142 años de prisión por las protestas de 2014 contra las restricciones a Internet, a pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordenó su liberación inmediata.
El HDP dijo que la acusación era “un duro golpe a la democracia” y realizó un llamado a “todas las fuerzas democráticas, a todas las fuerzas de oposición social y política y a nuestro pueblo para luchar juntos” y acusó a Erdogan de tratar de silenciarlo ante las próximas elecciones. También de “utilizar la justicia” para “rehacer el paisaje político” en el marco de la crisis económica que se va profundizando día a día, a dos años de las próximas elecciones que serán difíciles para el gobierno.
“Su agresividad es prueba de su miedo”. “Independientemente de lo que hagan no nos rendiremos, seguiremos nuestra resistencia democrática con determinación”.
Continuando con su política Erdogan retiró el 20 de marzo a Turquía del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, después de las grandes marchas del 8 de Marzo.
Hoy N° 1858 07/04/2021