Frente a las universidades elitistas de su país, tuvo que venir a estudiar a Santa Fe desde la combativa ciudad de Chimbote, puerto pesquero del norte del Perú.
Llegó a la Facultad de Ingeniería Química, donde con inmensos esfuerzos, trabajando y estudiando pudo lograr el título de Bioquímico.
Pero la Facultad, como toda la Argentina, estaba conmovida por vientos de cambio y revolución. Y se incorporó, como decenas de estudiantes bolivianos y peruanos, al movimiento estudiantil de izquierda y fue parte de la Agrupación Reformista de Ingeniería Química; luego de TEA (Tendencia Estudiantil Antiimperialista), la agrupación del Faudi.
Como otros queridos compañeros y amigos recientemente fallecidos: Enzo Mazzola, el Flaco José López Vinuesa, Telm Molina, el Negro Barreto, se sumó a las huelgas, a las tomas, a las movilizaciones populares.
Cada uno de ellos siguió después su propio camino, pero mantuvieron y defendieron durante su vida los principios que adoptaron en esa tormenta de lucha que nos cambió a todos. Emilio lo hizo sirviendo al pueblo desde la defensa de la salud pública, a la que dedicó sus mejores esfuerzos. Ahora, cuando ya sólo podemos imaginarnos sus reflexiones sobre las profundas luchas y el avance popular en su Perú, adonde pocas veces pudo volver, queremos hacer llegar nuestro más sincero afecto y solidaridad a su compañera, a sus hijas e hijo, a sus amigos.
Y repetir, como dijimos frente a la muerte del compañero Joaquín, que sostuvo la propaganda del PCR en plena dictadura, que aunque no se recuerden sus nombres, sus vidas son parte indisoluble de los avances del pueblo. Y que si nuestro Partido pudo sobrevivir y llegar hasta aquí, fue por el esfuerzo y el sacrificio de miles de esos compañeros y compañeras que actuaron con decisión en distintos momentos y lugares. Al despedir a Emilio Saldaña, saludamos a todos ellos.
PCR de Santa Fe
Hoy N° 1861 28/04/2021